Por Silvio Durán
En el mundo de la política, cuando un precandidato muestra gran potencial, inevitablemente surgen adversarios internos dentro del mismo partido que intentan socavar su imagen. Estas tácticas son comunes, ya que la competencia interna puede ser feroz.
Los ataques suelen ser malintencionados, buscando resaltar debilidades o fabricar polémicas que afecten la percepción pública del candidato.
Sin embargo, es esencial mantener la compostura y seguir adelante, enfocándose en la visión y propuestas propias. Ignorar a aquellos que recurren a la descalificación es fundamental.
Los candidatos sólidos deben concentrarse en su plataforma y en cómo pueden mejorar la sociedad, dejando a un lado las distracciones.
Esos están intentándose con nuestra candidata