22 de noviembre de 2024

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La comisión polaca de Smolensk se niega a disolverse y desafía la autoridad del Gobierno

CRACOVIA, POLONIA.- El presidente de la comisión polaca que investiga el desastre de Smolensk, Antoni Macierewicz, rechazó este lunes disolverla en contra de las órdenes del ministro de Defensa, de quien dijo no reconocer la autoridad.

En una intervención en la televisión polaca, Macierewicz anunció que hoy mismo se reunirá la comisión para preparar una demanda contra Rusia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), en la que se acusa a Moscú del asesinato de las 96 personas que fallecieron en el accidente aéreo de Smolensk en 2010.

A pesar de que el viceprimer ministro y también ministro de Defensa polaco, Władysław Kosiniak-Kamysz, destituyó el viernes a todos los integrantes de la comisión y les instó a entregar la documentación generada, evacuar sus oficinas y devolver el material que utilizaban, Macierewicz declaró su intención de «seguir trabajando hasta agosto del próximo año».

Alegó que «el ministro no tiene autoridad para disolvernos»

En opinión de Macierewicz, la decisión de cerrar la comisión se debe a que «el señor Donald Tusk (el nuevo primer ministro) sabe que la publicación de nuestros informes y su envío al TEDH supone una amenaza para (el presidente ruso, Vladímir) Putin, a quien ha estado protegiendo a toda costa desde 2010».

El comité que investiga las circunstancias del accidente de Smolensk fue creado por el anterior Gobierno, al que perteneció Macierewicz.

Fue establecido para demostrar un supuesto sabotaje del Kremlin contra el avión en el que viajaban el entonces presidente polaco, Lech Kaczynski, y 95 destacadas personalidades del país, y la supuesta connivencia de Tusk, entonces primer ministro.

La comisión de Macierewicz, con un presupuesto de más de cinco millones de euros, ha rechazado repetidamente las pruebas que refutasen sus teorías, incluido un informe que encargó al Instituto Nacional de Estados Unidos para la Investigación de la Aviación (NIAR).

El informe de la NIAR concluyó que el Tupolev que transportaba a la delegación polaca sufrió un accidente y no hubo explosiones a bordo, lo que, al desmentir la teoría de Macierewicz, le llevó a calificar de «mentiras que defienden el punto de vista ruso» al estudio, por el que pagó dos millones de euros.