El icónico tema “YMCA” de Village People, lanzado en 1978, sigue siendo un fenómeno musical y cultural más de 40 años después de su estreno. Con un pegajoso ritmo disco y una coreografía que todos reconocen, la canción se ha transformado en un clásico de los eventos multitudinarios.
Pero su reciente popularidad ha tomado una nueva dirección: desde 2020, Donald Trump ha convertido “YMCA” en una pieza central de sus mítines políticos, y es el primer gran himno gay de la historia.
La canción fue originalmente lanzada por el grupo estadounidense Village People, cuyos seis integrantes representaban diferentes personajes icónicos: un indio, un cowboy, un policía, un militar, un obrero y un motociclista. Interpretados por Felipe Rose, Randy Jones, Víctor Willis, Alex Briley, David Hodo y Glenn Hughes, estos personajes dieron vida a la banda y sus coloridos éxitos. “YMCA”, lanzada como sencillo de su tercer álbum Cruisin’, rápidamente se convirtió en un éxito global. Alcanzó el número 2 en la lista Billboard Hot 100 de Estados Unidos y llegó al primer puesto en el Reino Unido y varios países de Europa y Oceanía.
Sin embargo, el impacto de la canción no solo radica en su música. Las iniciales “YMCA” aluden a la Young Men’s Christian Association (Asociación Cristiana de Jóvenes), una organización de ayuda y orientación juvenil. Aunque la canción proyectaba un mensaje festivo, la YMCA expresó su disconformidad debido a la percepción de la canción como un himno de la cultura gay, derivada de la personalidad del grupo y de la letra que muchos interpretaban como una referencia a la vida nocturna y espacios de encuentro de la comunidad homosexual. La organización incluso demandó a los Village People, aunque finalmente retiró la acusación tras un acuerdo económico.
El uso de “YMCA” por Trump en sus mítines comenzó en un evento en Michigan en 2020, y desde entonces, la canción ha sido parte integral de sus actos. Su elección, sin embargo, no ha sido bien recibida por todos, incluyendo al vocalista original de Village People, Victor Willis, quien solicitó públicamente que el expresidente dejara de utilizarla, aunque finalmente se retractó de su advertencia legal.
La elección de “YMCA” en estos actos tiene un tono optimista, que resonaba especialmente en la época de pandemia, buscando levantar el ánimo de sus seguidores. La canción, según el antropólogo irlandés Jamie Saris, también evoca una nostalgia por el pasado, algo que conecta bien con el perfil de muchos simpatizantes de Trump, quienes asisten a los mítines con un estilo que recuerda décadas pasadas, como los años de la Guerra de Vietnam y los clásicos jeans Levi’s de Bruce Springsteen.
Así, “YMCA” no solo sigue siendo un himno de la pista de baile, sino que ahora también es un símbolo peculiar en la arena política estadounidense, donde sus letras y su ritmo de disco resuenan con un mensaje de entusiasmo y nostalgia en los eventos de Trump.