Los bancos centrales y el bitcóin se alternan para «alimentar y ahogar el fraude». Mientras los primeros lo estimulan con su emisión descontrolada de moneda, la criptomoneda intenta contenerlo volviéndose un respaldo para las empresas y una manera de proteger sus balances generales, asegura Stacy Herbert en esta nueva emisión de ‘Keiser Report’.
Mientras los bancos están «emitiendo billones», muchas empresas en EE.UU. han lanzado lo que sería un «ataque especulativo» poniendo en evidencia que están comprando bitcoines. «Es similar a lo que Soros hizo en 1993 con el Banco de Inglaterra, pero ahora es a escala mundial de cientos de millones de dólares, y por eso el precio de los bitcoines está subiendo a 500.000, 600.000 o 700.000», explica Max Keiser.
El objetivo de la banca con su emisión de moneda era ayudar a los desempleados y estimular la economía, pero en realidad está «empeorando la situación» de los menos favorecidos mientras la brecha entre ricos y pobres «crece de forma espectacular». «Está aumentando el desempleo y la pérdida de poder adquisitivo», señala el presentador.
En este contexto, el precio de los activos es cada vez mayor. En EE.UU., el precio de la vivienda ha subido un 16 % en el último año «gracias a toda la emisión de moneda», y solo ha tenido la suerte de beneficiarse la generación que tenía la suficiente edad cuando los precios no estaban tan altos y no se había comenzado a emitir tanta moneda. Son ellos quienes «poseen los activos y esto consolida las desigualdades de ingresos y riqueza, sobre todo de riqueza», afirma Stacy.
Recalcando que la emisión de moneda causa pobreza e «incrementa las desgracias sociales que la acompañan», Keiser pronostica una «inflación desenfrenada». No obstante, aunque ha habido una gran cantidad de políticas expansionistas de los bancos centrales —otorgando créditos a la élite de Wall Street— y la situación a nivel mundial parece derrumbarse, Max insiste en que el final de un mundo totalmente fíat parece muy cerca. «Parece reinar un sentimiento de que todo se ha terminado y, en los últimos momentos de esta estafa Ponzi, van a compartir parte de las migajas», concluye.