Kamala Harris está haciendo historia como la primera mujer negra elegida vicepresidenta de los Estados Unidos, rompiendo barreras que han mantenido a los hombres, casi todos blancos, atrincherados en los niveles más altos de la política estadounidense durante más de dos siglos.
El senador de California, de 56 años, es también la primera persona de ascendencia del sur de Asia elegida para la vicepresidencia.
Representa el multiculturalismo que define a Estados Unidos, pero está en gran parte ausente de los centros de poder de Washington.
Su identidad negra le ha permitido hablar en términos personales en un año de conteo sobre la brutalidad policial y el racismo sistémico.
Durante un discurso el sábado por la noche, Harris tenía un fuerte mensaje para las mujeres y las niñas que estaban mirando.
“Aunque puedo ser la primera mujer en esta oficina, no seré la última”, dijo Harris, en su primer discurso como Vicepresidenta Electa.
Harris se enteró de que Associated Press llamó a Pensilvania y Nevada, y en última instancia a la presidencia, para el boleto biden-Harris, mientras ella estaba fuera para una carrera. Ella tuiteó el video de ella hablando con Biden por teléfono, sosteniendo sus auriculares usando equipo de entrenamiento, diciendo “lo hicimos, Joe”.
We did it, @JoeBiden. pic.twitter.com/oCgeylsjB4
— Kamala Harris (@KamalaHarris) November 7, 2020
Harris ha sido una estrella en ascenso en la política demócrata durante gran parte de las últimas dos décadas, sirviendo como fiscal de distrito de San Francisco y fiscal general de California antes de convertirse en senador de los Estados Unidos. Después de que Harris puso fin a su propia campaña presidencial demócrata de 2020, Joe Biden la llamó como su compañero de fórmula. Serán juramentados como presidente y vicepresidente el 20 de enero.
La selección de compañeros de fórmula de Biden tuvo un significado añadido porque será el presidente más antiguo jamás inaugurado, a los 78 años, y no se ha comprometido a buscar un segundo mandato en 2024.
Harris a menudo enmarcó su candidatura como parte del legado —a menudo infravalorado— de mujeres negras pioneras que se presentaron ante ella, incluyendo a la educadora Mary McLeod Bethune, la activista de derechos civiles Fannie Lou Hamer y la representante Shirley Chisholm, la primera candidata negra en buscar la nominación presidencial de un partido importante, en 1972.
“A menudo no se nos enseñan sus historias”, dijo Harris en agosto, ya que aceptó la nominación vicepresidencial de su partido. “Pero como estadounidenses, todos estamos sobre sus hombros.”
A pesar de la emoción que rodea a Harris, ella y Biden enfrentan desafíos empinados, incluyendo la profundización de las tensiones raciales en los Estados Unidos a raíz de una pandemia que ha tenido un impacto desproporcionado en personas de color y una serie de asesinatos policiales de negros-estadounidenses.
El trabajo pasado de Harris como fiscal ha provocado escepticismo entre los progresistas y los votantes jóvenes que están mirando hacia ella para respaldar un cambio institucional arrollador sobre las reformas incrementales en la policía, la política de drogas y más.
