
Santo Domingo.-La Junta Central Electoral (JCE) luce estar preparada para el inicio del proceso que conllevará la renovación de la cédula de identidad y electoral.
Concluido el proceso de adjudicación, en el que resultó ganador el consorcio EMDOC, la institución adelantó que en un plazo de una o dos semanas se procederá a la firma del contrato y a la puesta en marcha del cronograma de trabajo.
El presidente de la JCE, Román Jáquez Liranzo, aseguró que los plazos se mantienen conforme a lo previsto: la entrega del nuevo documento se iniciará en el último trimestre de este año con el presidente de la República, Luis Abinader, y se expandirá de manera masiva a toda la población a partir del próximo año.
Razones del cambio
Jáquez explicó que, tras más de diez años de vigencia, la actual cédula presenta vulnerabilidades. El material en que fue fabricada —PVC— es de fácil adquisición, lo que incrementa el riesgo de falsificación y/o adulteración.
En contraste, la nueva se elaborará en policarbonato, un material de mayor resistencia y seguridad, con una tecnología que incrusta la información mediante un quemado láser.

Jáquez indicó que la duración del documento será escalonado por edades.
“Las cédulas de 2014 tenían estándares adecuados, pero hoy muestran debilidades. El nuevo documento, con cinco capas y quemado láser, ofrecerá una durabilidad y protección muy superiores”, puntualizó. Además, el código QR será reemplazado por un chip electrónico con mayores niveles de seguridad.
Casos judiciales
El presidente de la JCE refirió que la actual cédula ha estado en el centro de múltiples operaciones judiciales contra redes de falsificación.
Entre ellas citó la Operación Neiba-Barahona, con 17 sometimientos y cuatro condenas; la Operación Colibrí, con 17 sometidos y seis condenados; y la más reciente, en Barahona y el Distrito Nacional, que derivó en siete condenas de hasta seis años de prisión.
“En los últimos cinco años, la Procuraduría ha investigado más de mil casos vinculados a falsificación de cédulas.
El problema no es hipotético, es real. Por eso, el nuevo modelo se sustenta en altos estándares de seguridad”, señaló Jáquez.
El material
Explicado en lenguaje llano, el policarbonato es un material que, si se intenta alterar, se destruye.
Fue introducido en un documento de identidad en 1989 en Finlandia y pese a los avances, sigue vigente en ese país con una garantía de entre 15 y 25 años, frente a los 8 o 10 del PVC.
El chip que incorporará la cédula no es un dispositivo de rastreo, sino de identificación segura.
Contará con niveles de acceso diferenciados: en la zona pública se almacenará nombre, número y foto; en la privada, datos biométricos o de salud.
“Se eliminará cualquier temor de localización. Es una cédula, no un GPS”, aclaró Jáquez.
En lo visual
La nueva cédula incorporará medidas visibles y de identidad nacional.
Tendrá los colores de la bandera dominicana, escala de grises para evitar manipulación y difuminados de los padres de la patria. En el reverso se incluirán símbolos culturales como la güira, la tambora, el Monumento a la Restauración y la cigua palmera.
La JCE prevé la cobertura de 9.4 millones de ciudadanos mediante 347 oficinas en el país y en el exterior. Además, según explicó el director de Cedulación, Américo Rodríguez, se habilitarán centros de atención 24 horas, unidades móviles y operativos especiales para facilitar el acceso.
La entrega será escalonada por mes de cumpleaños, iniciando la masificación en 2026.
Vigencia de cédula será por edad
Proceso. La cédula tendrá distintos plazos de vigencia según el grupo etario: 12 años para personas entre 18 y 35 años; 16 años para quienes tengan entre 36 y 60; y 20 años para mayores de 61.
En el caso de los menores de 12 a 17 años, se introducirá un esquema transitorio de renovación al cumplir la mayoría de edad.
Con este sistema, se busca adaptar la vigencia a los cambios biométricos de cada etapa de la vida y evitar que los vencimientos coincidan con años electorales.
El documento contará con un certificado de viaje, que permitirá a los ciudadanos desplazarse en casos de emergencia cuando se encuentren en países con acuerdos vigentes y hayan extraviado su pasaporte.