La primera hija y asesora de la Casa Blanca, Ivanka Trump, tenía como planes inmediatos construir su carrera política apenas dejara la administración del presidente Donald Trump.
Sin embargo, el nuevo juicio político en contra de su padre y los señalamientos de que “incitó” a sus seguidores a invadir con violencia el Capitolio son una dura prueba para la hija favorita del mandatario.
De hecho, Ivanka tenía planeada “una gira de despedida”, a fin de comenzar a explorar sus siguientes pasos, quizá para una candidatura hacia el Senado.
“La idea de que alguien olvide que su padre incitó a estos ataques es casi nula”, dijo a CNN un operador político que ha trabajado con los republicanos. “Si ella quería que los futuros votantes pasaran por alto lo devastador que es el fin de esta administración, eso es una gran intención”.
Cuando dejaron Nueva York, Ivanka y su esposo Jared Kushner tenían planeada una carrera política de altos vuelos. De hecho, como asesor del presidente Trump, el yerno operó varios acuerdos internacionales, incluidas reuniones con autoridades mexicanas.
Ahora la situación no es tan sencilla, pero la pareja tiene esperanza de que su mudanza a Florida, una entidad donde su padre tiene gran popularidad, sirva para reimpulsar sus carreras.