
Escenas de desesperación y heroísmo se vivieron este miércoles en la ciudad ucraniana de Járkov, luego de que un dron ruso impactara una guardería infantil, dejando un muerto y siete heridos, según confirmaron las autoridades locales. Aún no se ha precisado cuántas de las víctimas son niños.
Las imágenes difundidas muestran el momento en que rescatistas y civiles corren entre los escombros para auxiliar a los pequeños atrapados dentro del edificio. En los videos se escuchan niños llorando y pidiendo por sus madres, mientras los equipos de emergencia los cargan en brazos y los sacan entre el humo y los restos de lo que antes eran salones de clase.
El presidente Volodímir Zelensky compartió en sus redes sociales fotografías del ataque, donde se aprecian las aulas destruidas, juguetes calcinados y el impacto directo del dron sobre la estructura civil. “Rusia continúa atacando deliberadamente objetivos donde hay niños y familias. No hay justificación para este terror”, escribió el mandatario ucraniano.
El ataque se produjo en una zona residencial del noreste de Ucrania, una región que ha sido blanco frecuente de los bombardeos rusos desde el inicio de la invasión. Equipos de bomberos y unidades médicas continúan trabajando en el lugar para remover los escombros y atender a los heridos.
Las autoridades locales declararon que se trata de otro ejemplo del uso de drones kamikaze contra infraestructuras civiles, una táctica que ha dejado numerosas víctimas entre la población infantil ucraniana en los últimos meses.