Brasil detectó una nueva variante del COVID-19 en la ciudad de Sorocaba, en el estado de San Pablo, que es similar a la que se identificó primero en Sudáfrica y podría ser una evolución de la de Manaos, dijo el miércoles Dimas Covas, presidente del instituto biomédico Butantan.
En una conferencia de prensa desde el Palácio dos Bandeirantes, sede del gobierno de San Pablo, Covas explicó que se estudió el material genético de la variante y que esta tenía rasgos similares a la cepa sudafricana pese a que la persona no tenía antecedentes de viaje a ese país ni contacto con personas que hubieran estado allí.
“Ayer terminamos el análisis del material genético de la red de laboratorios con Butantan y los universitarios que están haciendo este trabajo”, dijo Covas. Y detalló: “Es una variante similar a la de Sudáfrica, aunque no hay antecedentes de viajes o contacto con viajeros de Sudáfrica. Existe la posibilidad de que sea una evolución de nuestro P.1 hacia esta mutación en Sudáfrica”.
Sorocaba es un municipio localizado en el interior del estado de San Pablo que cuenta con una población de unos 687.000 habitantes.
Tanto la variante P.1 del coronavirus que se originó en Manaos como la variante sudafricana son más transmisibles que la versión original del coronavirus que causó el covid-19. La circulación de la variante P.1 ha sido señalada como uno de los factores responsables del agravamiento de la pandemia de covid-19 en Brasil.
“Es una variante que ya tiene algunas firmas un poco diferentes de la variante original, lo que indica un probable origen local incluso de la variante P.1”, dijo el presidente de Butantan.
Y explicó que el caso fue reportado a la vigilancia epidemiológica del municipio de Sorocaba, que se encarga de monitorear al paciente, su familia y las personas con las que tuvo contacto para posibles medidas preventivas, como el aislamiento.
Covas también dijo que por el momento sólo hay un caso de esta variante en un universo en el que ya predomina la variante P.1 y que continúa el seguimiento de las muestras para identificar las variantes.
FOTO DE ARCHIVO. Trabajadores sanitarios atienden a los pacientes en la sala de emergencias del hospital Nossa Senhora da Conceicao, que está masificado debido al brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), en Porto Alegre, Brasil. 11 de marzo de 2021. REUTERS/Diego Vara
Por otro lado, marzo ya es de lejos el peor mes de la pandemia en Brasil, con casi 60.000 muertos, y los expertos prevén en abril otro mes trágico, con los hospitales saturados y obligados a elegir quién recibe atención.
Desde el 1 hasta el 30 de marzo, se registraron 57.606 víctimas fatales de covid, un 75% más que los 32.881 de julio de 2020, hasta ahora el mes más letal. El total de muertos desde el primer deceso hace un año se eleva a 317.646, superado solo por Estados Unidos.
Del 21 al 27 de marzo se registró también la semana con más casos (casi 540.000), lo cual significa que de aquí a dos semanas habrá más personas precisando internación. Desde el inicio de la pandemia, hubo 12,6 millones de contagiados, en este país de 212 millones de habitantes.
Pero los hospitales ya están saturados: 18 de los 27 estados brasileños tienen más del 90% de sus camas de unidades de cuidados intensivos (UCI) para covid-19 ocupadas y otros siete registran una ocupación de 84% a 89%, según el último boletín de la Fundación Fiocruz.
Además, la vacunación avanza a pasos lentos. Hasta ahora, cerca de un 8% de la población fue vacunada con la primera dosis y 2,3% está completamente inmunizada con alguna de las dos vacunas disponibles en el país, la china CoronaVac y la sueco-británica de AstraZeneca.