Dionisio López Cabral. Nació en Santiago de los Caballeros el 12 de diciembre de 1956. Falleció en la ciudad que lo vio nacer, en su casa, el 18 de noviembre 2006. Hijo de Antonio Sosa Cabral y Dorca Dolores López Salbonette. Realizó la educación primaria en las escuelas Manuel de Jesús de Peña y Reinoso (Sector Pueblo Nuevo) y J. Armando Bermúdez (Sector Los Platanitos cerca del Ejido). Los secundarios en el Liceo Ulises Francisco Espaillat (UFE), donde se graduó de bachiller en Ciencias Físicas y Matemáticas. Ingresó a la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la que no concluyó. Poeta, gestor cultural y articulista.
Fundó, en Santiago, los periódicos escolares y barriales: “Mi Aula”, “Vientre de Sol” y “El Barrio”. Colaboró con temas de asuntos literarios para los periódicos: “La Información”, “Listín Diario”, “Voz Diaria” y “La República”. Asistente de la página literaria de La Información. Productor y coproductor de los programas radiales: “Sin máscaras” y “Marielena a los sietedías”.
Desempeñó los cargos públicos de: coordinador de eventos y actividades del Museo Folklórico “Don Tomás Morel”, de literatura del Departamento de Cultura y Educación del Ayuntamiento Municipal de Santiago y gestor cultural de la Secretaría de Estado de Cultura (Dirección Regional Norte).
Organizó actividades en la Sociedad Alianza Cibaeña, Centro de la Cultura de Santiago “Srta. Ercilia Pepín”, Palacio Consistorial y Casa de Arte, Inc. También ofreció cursos, talleres literarios y conferencias en centros educativos y universidades de Santiago y Santo Domingo.
Publicó los opúsculos de poesía: “Origen” (1983), “Aura de olvido” (1985), “Huecos sellados y un canto a Santiago 500 Años de su fundación 1495-1995” (1995), “Identidad” (1994), “Soles de agua” (1999), “Espanto de la sombra” (2000), “Dolor de Ser” (2002), “Memoria azul” (2003), “Ni sombra de perro” (2004), y “Alegoría vital” (2005).
LOS ENSAYOS
En el género ensayo, las obras: “Tomás Morel, Primer Tomo Obras Completas” (1994), Memorias poéticas de Santiago” (2005), “Elementos permanentes del carnaval de de Santiago” y dejó inconclusa: “Apuntes sobre la presencia poética en Santiago”.
Sus textos poéticos han sido publicados en periódicos y revistas dominicanas y extranjeras e incluidos en antologías literarias.
Reconocido por instituciones públicas y privadas de Santiago, entre las que se destacan:
• Poeta de la Ciudad (Taller Literario “Virgilio Díaz Grullón”, 1995)
• Poeta Distinguido de la Ciudad de Santiago de los Caballeros (Ayuntamiento Municipal, 1999)
• Por ser Eslabón perdido y Paradigma Recobrado de la Poesía de Santiago (Colegio Cardenal Beras, 11 de febrero 2000)
• Por permitirnos usar su nombre para bautizar nuestro Concurso Anual de Poesía (Colegio Padre Emiliano Tardif, 10 de junio de 2004)
• Dionisio López Cabral, Póstumo: La brevedad de la vida fue un poema que Santiago ha hecho suyo. Por tu aporte literario será siempre el eterno poeta de Santiago (20 de octubre de 2007)
El velatorio se realizó en su casa de la calle 2 No. 23 del sector El Ejido, Santiago, y su sepultura en el Cementerio Municipal de El Ingenio. El panegírico lo pronunció el poeta y abogado francomacorisano Cayo Claudio Espinal y a nombre de la familia, habló su padre, Antonio Sosa Cabral.
UN TESTIMONIO DE ADMIRACION
Al entierro acudieron a tributarle el último adiós cientos de personas de Santiago y otras ciudades: poetas, escritores, músicos, teatristas, artistas plásticos, folkloristas, gestores culturales, periodistas y directores de instituciones culturales y sociales.
El domingo 4 de diciembre de 2022, me dirigí al Cementerio Municipal de El Ingenio, Santiago, a visitar la tumba del poeta Dionisio López Cabral. Sorpresa, en su lugar se encuentra sepultada otra persona. De inmediato tomé un taxi hacia la casa familiar de los Sosa Cabral-López Salbonette y me encontré a sus hermanos, Leo y Mario, a quienes les pregunté sobre la tumba del poeta, me respondieron: —“Sus restos fueron depositados en la fosa común del camposanto”. El poeta declarado por el Ayuntamiento: “Poeta Distinguido de la Ciudad de Santiago”, mediante la resolución No. 2467-99, del 9 de marzo de 1999, fue tirado a una fosa común. ¿Qué le parece, amigo lector?.
TEXTOS POETICOS
“En Santiago de los Caballeros, nace Dionisio López Cabral. “SU ENIGMA”, rebosante de sencillez y contenido poético, es algo revelador de una fina y aguda sensibilidad.
Quien escribe un poema tan breve, sugerente y novedoso es porque lleva en su mano la antorcha de la verdadera poesía, la que ya alumbra el camino de su futuro”. (Tomás Morel, fundador y director del Museo Folklórico de Santiago, Listín Diario, 5 de agosto de 1985).
“Hace algunos años, en una de esas tertulias literarias del Museo, Dionisio, el iconoclasta, el inconforme, que dicho sea de paso, es uno de los buenos lectores del Cibao, de los que están al día de todas las tendencias literarias del momento, me sorprendió con la declamación de la lluvia, una composición suya que me hizo declamar: Quien escribe una poesía tan breve, novedosa y sugerente es porque lleva en su mano la antorcha de la verdadera poesía, la que ya alumbra el camino de su futuro.
Transcurrido el tiempo, he aquí ahora convertido en una realidad el futuro poético que vaticinaba entonces. Estos gritos que integran IDENTIDAD de Dionisio López Cabral, son ocho puñaladas que agujerean las noches misteriosas de lo insondable, para que por su herida fluya el celeste resplandor de la poesía”. (Tomás Morel: “Identidad”, Listín Diario, 20 de junio de 1991).
“López Cabral es dueño de una gran cultura emocional, pero no por ello ausente de ilustración, quizá su medio bohemio y la exigencia de una época que abusa de nosotros, obligándonos a armonizar, hace que su poesía se desborde ante la apremiante necesidad de vivir, sobrevivir, como la mayoría, en una sociedad que se niega y se expulsa, donde los principios se diluyen y los colores se vuelven degradaciones.
Ha sido en este enclave y sin ninguna suerte de vacilaciones que el poeta ha publicado diversos opúsculos: Origen, Identidad, Aura de Olvido, Legajo de mis penas, entre otros, de los cuales nos entrega hoy su “Antología personal”, con un ritmo apresurado, como su vida, como la vida de estos días”. (Manuel Llibre Otero: “Aura de Olvido”. Prólogo, Santiago de los Caballeros, 21 de octubre de 1999).
“Buscar el tiempo donde no hay tiempo, hacer que el vacío gire sobre el vacío, descifrar el enigma de unas alas que sólo pueden volar en la metafísica de un poema y en ningún otro cielo.
Declarar la epifanía, la memoria de un gusano sin memorias, es obra de poetas.
Los poemas lo construyen alas extraviadas, demonios y santos que han acordado al unísono, una misma obra.
Es la perturbación de lo que parece para hacerse eterno. La poesía no busca validar a los poetas, confesar un gozo o una pena, llenar espacios solitarios.
La poesía no busca nada. Y en esa ausencia de pretensiones llega a lograrlo todo. Y sin embargo, ninguna de esas diligencias lesson ajenas.
Esa es la magia, su poder, su fuerza nunca derrotada. Pero, para qué derrochar más gestos de elocuencia quizás vana.
Dejemos que Dionisio, en esta fresca entrega nos lo haga saber con mejores, más claras y más líricas argumentaciones”. (Rafael P. Rodríguez: “Ni sombra de perro”. Prólogo, Santiago de los Caballeros).
“Ni sombra de perro es un texto rebelde, lírico y sin máscara. Su autor, Dionisio López Cabral, es el poeta más auténtico de Santiago. Esta obra circula en momento en que el mundo espera una ruptura en las artes. López Cabral, voz alta de la poesía moderna dominicana, en los últimos 25 años, marca la poesía de su ciudad con palabras sencillas, pero palabras que tocan fibras profundas del ser humano”. (Luis José Rodríguez: “Ni sombra de perro”. Contraportada, Santiago de los Caballeros).
“Si me diesen el poder de borrar algo de ti yo no borraría nada, tú eres el hermoso acto y el poema necesario para nosotros, el imprescindible privilegio fraterno. Viniste con la autenticidad de tu poesía, torrente limpio y leal y fijo. Amigo real de tus amigos. Fuiste tan grande que no dejaste nada material. Sólo tus versos somos herederos”. (Cayo Claudio Espinal, La Información. Retos. Sábado 17 de noviembre de 2007. Pág. 9).
“De la tertulia que hacían en la casa de su padre, descubrió el gusto por la poesía y la literatura. Empezó a escribir a los doce años de edad. Era un gran lector de todos los textos que sus manos tocaban. Se definía como contestatario y solidario, sobre todo, para defender “o que tenían la “barriga vacía”. Vivía como quería, con sus propias reglas, sin detenerse a pensaren lo que dirían los demás, aunque siempre estaba ebrio, se mantenía lúcido. Asistía a casi todas las actividades culturales, espacios, donde por lo general, exponía sus ideas, sin que le preocupara el nivel de aceptación o rechazo de los presentes”. (Arelis Albino: “Entrevistas a Diez Escritores de Santiago y la Región”. Talleres Gráficos de impresora del Nordeste, S. A., San Francisco de Macorís, República Dominicana, 2008).