
Un alto funcionario de Hamás reveló que la organización palestina acumuló cerca de 700 millones de dólares en efectivo en túneles subterráneos antes de lanzar el ataque del 7 de octubre de 2023, que desató la actual guerra con Israel.
Un extenso informe de la BBC expone cómo, pese a casi dos años de conflicto, Hamás continúa pagando salarios a unos 30.000 funcionarios mediante un sistema secreto basado en dinero en efectivo. La investigación incluye testimonios de empleados, detalles del método de pago y denuncias sobre el uso y distribución de la ayuda humanitaria.
La emisora británica aseguró haber entrevistado a tres trabajadores de Hamás, quienes afirmaron haber recibido recientemente 1.000 shekels (unos 300 dólares) cada uno, el equivalente a menos del 20% de sus salarios previos a la guerra. Según explicaron, los pagos se realizan cada tres meses mediante mensajes cifrados enviados a sus teléfonos o a los de sus cónyuges, donde se les indica un lugar y hora para “tomar el té con un amigo”. Al llegar, un desconocido les entrega un sobre cerrado con el dinero antes de desaparecer.
Un funcionario del Ministerio de Dotaciones, vinculado a Hamás y que pidió el anonimato por motivos de seguridad, relató que teme por su vida cada vez que acude a recoger su paga: “Me despido de mi esposa e hijos, porque sé que podría no volver”. El hombre sobrevivió a un bombardeo israelí que alcanzó uno de estos puntos de distribución en un mercado abarrotado de Gaza.
Uno de los entrevistados, identificado con el seudónimo “Alaa”, profesor y padre de seis hijos, dijo que recibió los mismos 1.000 shekels, aunque en su mayoría en billetes deteriorados que los comerciantes se niegan a aceptar. “Sólo pude gastar 200 shekels. Con el resto no sé qué hacer”, lamentó. Añadió que, tras casi tres meses sin ingresos, recibió lo que calificó como “dinero roto” mientras frecuenta los centros de ayuda con la esperanza de conseguir harina para sus hijos.
El informe cita a un ex alto funcionario de Hamás, con conocimiento directo de las finanzas del grupo, quien confirmó que los 700 millones de dólares en efectivo estaban almacenados en una red de túneles antes del 7 de octubre. Agregó que el dinero estaba bajo supervisión directa de Yahya al-Sinwar y su hermano Mohammed al-Sinwar, cuyas muertes han sido reportadas por Israel.
Impuestos, contrabando y distribución desigual
Durante la guerra, Hamás habría seguido cobrando impuestos a comerciantes y elevando los precios de productos como los cigarrillos, que pasaron de 5 a más de 170 dólares por paquete, según la BBC. También distribuyó alimentos a sus miembros y familias a través de comités de emergencia que cambian constantemente de ubicación debido a los ataques aéreos.
Este sistema ha generado malestar entre la población. Varias fuentes citadas por la BBC acusaron al movimiento de restringir la ayuda humanitaria a sus simpatizantes. Aunque Hamás ha negado esas acusaciones, residentes aseguran que el reparto ha sido desigual.
Denuncias de robo de ayuda
Israel ha acusado reiteradamente a Hamás de robar parte de la ayuda humanitaria ingresada durante las treguas, algo que el grupo niega. Sin embargo, la BBC afirmó haber hablado con fuentes en Gaza que confirmaron que Hamás recibió grandes cantidades de asistencia durante esos periodos.
El testimonio de Nisreen Khaled, viuda y madre de tres hijos, pone rostro al sufrimiento civil: “Cuando el hambre se agudizaba, mis hijos lloraban no solo de dolor, sino al ver a nuestros vecinos afiliados a Hamás recibiendo paquetes de comida y sacos de harina”. Cuestionó duramente al grupo: “¿No son ellos los causantes de nuestro sufrimiento? ¿Por qué no nos dieron alimentos, medicinas y agua antes de lanzarse a la aventura del 7 de octubre?”.