
Este martes, Groenlandia, territorio autónomo de Dinamarca, enfrenta elecciones cruciales mientras debate entre sus deseos de independencia y la necesidad de bienestar para sus ciudadanos. La campaña se ha visto marcada por el interés de Estados Unidos por adquirir la isla, un tema que ha generado controversia y ha influido en las propuestas de los partidos.
El único sondeo disponible, realizado hace más de un mes, muestra que el partido Inuit Ataqatigiit (IA), liderado por Múte B. Egede, se mantiene como favorito, con un 31% de los votos, seguido por el Siumut, el tradicional partido socialdemócrata, que ha perdido apoyo desde las elecciones de 2021. El Demokratiit aparece como la tercera fuerza, superando al Naleraq, un partido que busca romper los lazos con Dinamarca y estrechar vínculos con EE.UU..
Los comicios de este año son los más esperados tanto dentro como fuera de Groenlandia, ya que se elige a los 31 escaños del Inatsisartut (Parlamento), con un total de casi 43,000 votantes. En este contexto, el interés de Donald Trump por comprar Groenlandia ha sido un tema recurrente durante la campaña, lo que ha generado rechazo entre los políticos groenlandeses, quienes en su mayoría se han opuesto a cualquier intento de EE.UU. de adquirir la isla.
A pesar de que la mayoría de los groenlandeses aspira a la independencia, un reciente sondeo muestra que el 85% de la población no desea formar parte de Estados Unidos. De hecho, la economía de Groenlandia depende en gran medida de Dinamarca, que financia cerca del 40% de sus ingresos, y la pesca representa el 90% de sus exportaciones.
Uno de los temas más debatidos en la campaña no ha sido tanto la independencia, sino la mejora del bienestar. Un alto porcentaje de groenlandeses (85%) considera que el nuevo gobierno debe enfocarse en resolver los problemas en sanidad, vivienda y finanzas, áreas que afectan directamente a la calidad de vida. La falta de médicos en los centros de salud y la creciente emigración hacia Dinamarca son algunos de los principales desafíos a los que se enfrenta el país.
Mientras tanto, el partido Naleraq, que aboga por un estrechamiento de lazos con EE.UU., ha sido el más activo en redes sociales, con su campaña de color naranja ganando visibilidad entre los votantes jóvenes y aquellos que buscan una solución más rápida a los problemas económicos y de seguridad.
En este escenario electoral, se definirá el futuro de Groenlandia, con un panorama incierto que se mueve entre el deseo de autonomía y la necesidad de mantener la estabilidad económica y social.