Santo Domingo, RD – La autopista 30 de Mayo fue escenario de un impactante accidente de tráfico el pasado 26 de enero de 2025, donde un camión de carga privado colisionó con otro camión perteneciente al Ministerio de Obras Públicas. Este desafortunado suceso, que tuvo lugar durante las horas pico de tráfico, ha puesto de manifiesto la violación de las restricciones establecidas para la circulación de vehículos de carga en el área.
Al menos diez personas resultaron heridas como consecuencia del choque, lo que ha generado una ola de preocupación entre los ciudadanos sobre la seguridad vial en la autopista y la efectividad de las regulaciones de tránsito. La ley 63-17 de Movilidad, Tránsito y Transporte Terrestre prohíbe expresamente la circulación de vehículos pesados con más de tres ejes en la ciudad entre las 6:00 y las 8:00 de la noche, horario en el cual ocurrió el accidente.
A pesar de las restricciones, la presencia de camiones de carga en horas prohibidas ha sido un problema recurrente en la capital. Según informes, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) había llevado a cabo un operativo previo en la Zona de Actividades de Transporte (ZAR) para detener vehículos pesados y hacer cumplir la ley. Sin embargo, el incidente ocurrido resalta la falta de control y vigilancia en el cumplimiento de estas normativas.
El accidente no solo pone en riesgo la vida de los ocupantes de los vehículos involucrados, sino que también afecta a otros conductores en la vía. Los testimonios de testigos indican que el choque generó un gran caos en el tráfico de la autopista, dificultando el desplazamiento de los automovilistas que transitaban por la zona en ese momento.
Las autoridades están bajo presión para investigar las causas del incidente y determinar por qué los camiones, que deberían estar restringidos, circulaban en horas prohibidas. Además, se espera que se tomen medidas inmediatas para reforzar la regulación y asegurarse de que tales violaciones a la ley no se repitan en el futuro.
Con este accidente, la comunidad refleja su temor por la seguridad vial, así como su deseo de que se implementen acciones efectivas para prevenir futuras tragedias. La situación invita a una reflexión sobre la urgencia de fortalecer las medidas de control en las vías y garantizar el cumplimiento de las leyes que buscan proteger la vida de todos los ciudadanos.