
Santo Domingo. – Un terremoto de magnitud 6,9 estremeció la noche del martes el centro de Filipinas, provocando el derrumbe de edificios y dejando al menos ocho personas fallecidas en la isla de Cebú, según informaron las autoridades locales.
El epicentro se registró en el mar, frente al extremo norte de Cebú, cerca de la ciudad de Bogo, a solo 10 kilómetros de profundidad, de acuerdo con el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs).
Las autoridades emitieron una advertencia por una posible “leve alteración del nivel del mar” y recomendaron a los residentes de Leyte, Cebú y Biliran mantenerse alejados de las costas y trasladarse a zonas altas si fuese necesario. El Phivolcs advirtió además que se esperan réplicas en las próximas horas, por lo que pidió a la población permanecer alerta.
Testimonios de los afectados relatan momentos de pánico: estructuras agrietadas, evacuaciones masivas y caídas de piedras en edificios históricos. En la ciudad turística de Bantayan, un habitante narró cómo partes de una iglesia se desprendieron durante el temblor, mientras que en Iloílo varios residentes abandonaron sus hogares por temor a derrumbes.
Aunque inicialmente el USGS reportó una magnitud de 7,0, posteriormente ajustó la cifra a 6,9. El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico aclaró que no existe amenaza de tsunami por este evento sísmico.
Este desastre ocurre pocos días después de que Filipinas enfrentara el impacto simultáneo de tres fenómenos meteorológicos —la tormenta tropical Opong, el supertifón Nando y la depresión tropical Mirasol— que dejaron al menos 26 muertos y 2,8 millones de afectados.
Las autoridades han declarado el estado de calamidad en 53 zonas del país, lo que permitirá acceder a fondos nacionales para emergencias, financiar las labores de rescate y reconstrucción, y congelar precios de productos básicos para evitar especulación en medio de la crisis.