El Gobierno dominicano ha anunciado una medida extraordinaria: por los efectos de la Tormenta Tropical Melissa, queda suspendido el trabajo y la docencia para este viernes en todo el país. La decisión busca anticiparse a las lluvias intensas, vientos y el riesgo de inundaciones que ya se han comenzado a sentir en el territorio nacional.
Desde su formación en el mar Caribe, Melissa ha exhibido un desarrollo meteorológico preocupante para la región: se sitúa a unos 345 km al sureste de Kingston, Jamaica, con vientos sostenidos de aproximadamente 80 km/h y movimiento hacia el noroeste. Las autoridades del Centro Nacional de Huracanes han advertido que este desplazamiento lento, junto con la gran cantidad de humedad que arrastra la tormenta, aumenta la posibilidad de lluvias torrenciales, oleaje peligroso y deslizamientos de tierras en zonas vulnerables.
Ante ese escenario, el Gobierno dominicano activó sus mecanismos de protección civil y emitió la suspensión. Las clases quedan canceladas en todo el país, mientras que las labores estatales y privadas se suspenden, salvo los servicios considerados esenciales. Además, se habilitaron albergues y se exhortó a la población a desplazarse solo si es estrictamente necesario. Las provincias del sur y centro del país, en particular, aparecen como las más vulnerables al acumulado de lluvia que se pronostica para los próximos días: entre 5 y 10 pulgadas, según los informes más recientes.
Autoridades locales y meteorológicas han insistido en que, aunque Melissa aún no ha tocado tierra, su lento avance y amplia cobertura nubosa implican que el riesgo está en la duración de las precipitaciones más que en un golpe repentino. Las recomendaciones van desde evitar cruzar ríos crecidos o cañadas, hasta mantenerse atentos a los avisos de evacuación en zonas de montaña o sobre terrenos saturados.
En este contexto, la medida de suspensión de actividades busca garantizar que la ciudadanía esté en resguardo antes de que los efectos más severos se materialicen.
En definitiva, la suspensión para este viernes se entiende como una acción preventiva clave ante un fenómeno que reúne —según los pronósticos— todos los ingredientes de riesgo: lluvias prolongadas, viento sostenido y terreno vulnerable. El objetivo es claro: proteger vidas, reducir desplazamientos y evitar que situaciones como inundaciones o deslizamientos se conviertan en tragedia. La evolución de Melissa será seguida de cerca por los organismos meteorológicos y de emergencia durante las próximas 24 a 48 horas.