Un niño de 14 años fue el autor del disparo que mató “por azar” al pasajero mexicano Obed Beltrán Sánchez (35) en una plataforma del Metro de Nueva York el mes pasado, anunciaron ayer los fiscales.
La balacera, sucedida la tarde del 12 de febrero en la plataforma de la línea 4 de la estación Mount Eden Ave. en El Bronx, dejó además a varias personas heridas, incluyendo el supuesto autor, cuyo nombre no ha sido revelado debido a ser menor de edad.
El adolescente, que según la policía está afiliado al grupo de Burnside, intercambió disparos con miembros de pandillas rivales del grupo D Block, detalló Daily News. Ahora ha sido acusado de homicidio, intento de homicidio y posesión criminal de arma.
Previamente había sido detenido Langel Jones, de 16 años, quien fue acusado como adulto y se ordenó su detención sin derecho a fianza por cargos de homicidio. Todavía se busca a un quinceañero que estaba con Jones, dijo la policía de Nueva York.
Langel, un miembro del equipo del Bloque D, y el joven de 15 años caminaban por el tren cuando vieron al niño de 14 años. En el violento intercambio se dispararon al menos 19 balas. Beltrán Sánchez estaba sentado en el vagón, pero salió al andén para ver la conmoción y recibió un disparo en el pecho. Fue trasladado de urgencia al Hospital St. Barnabas, pero no pudieron salvarlo.
El tiroteo también dejó paralizada a una de las víctimas, según los fiscales. Otra mujer alcanzada por disparos deberá someterse a una cirugía reconstructiva, agregaron. Según sus allegados, Sánchez Beltrán tenía planeado volver a México para reunirse con su esposa y dos hijos, cuando fue fatalmente baleado “al azar” al salir del trabajo.
Desde que asumió el cargo en enero de 2022 el alcalde Adams, ex NYPD, anunció varias veces que se duplicaría el número de agentes de la policía de Nueva York en el sistema subterráneo en el caótico Metro de NYC. Pero la violencia ha seguido. En lo que va de año, tres personas han muerto baleadas en el subterráneo.
La gobernadora Kathy Hochul desplegó este mes 750 guardias nacionales junto con 250 policías estatales y de la MTA para revisar las pertenencias de los pasajeros en las estaciones concurridas, citando incidentes violentos como el casi fatal corte en el cuello de un conductor del Metro y el trabajador postal arrojado a los rieles a patadas.
En el momento del homicidio de Sánchez Beltrán las fuentes dijeron que la policía estaba investigando cinco tiroteos y otros incidentes separados que involucraban una disputa en curso por insultos y ataques en las redes sociales, canales que han sido vinculados a otros hechos de violencia en la ciudad.
Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
