
El popular youtuber y extenista español Frank Cuesta ha conmocionado a sus seguidores al publicar un comunicado en el que confiesa haber construido durante años un personaje ficticio.
Cuesta, conocido por su activismo animal y su canal “Frank de la Jungla”, ha reconocido que su comportamiento se debe a un trastorno psicológico: la mitomanía.
“He sido un personaje y poco a poco se me ha ido yendo de las manos por un grave problema que tengo de mitomanía y ego”, ha declarado Francisco Javier Cuesta Ramos, nombre real del comunicador, en un mensaje que rápidamente se viralizó en redes sociales.
En una serie de revelaciones que desmontan la imagen que proyectó durante más de una década, Cuesta admite que su supuesto santuario en Tailandia, donde decía rescatar animales salvajes, en realidad funciona como una granja: “Todos los animales han sido comprados, nunca he rescatado animales. Ha sido todo parte de un show que, poco a poco, se me ha ido de las manos”, afirmó.
Asimismo, negó ser veterinario o herpetólogo, pese a que durante años habló públicamente como experto en fauna salvaje. “Ni soy veterinario ni soy herpetólogo. Tengo ciertos conocimientos, pero no son conocimientos profesionales”, reconoció.
Otra de sus afirmaciones más impactantes fue sobre su estado de salud. Durante años afirmó estar luchando contra el cáncer, pero ahora ha desmentido esa versión: “No tengo cáncer. Llevo años tratándome de una mielodisplasia, pero no es cáncer”, explicó.
La mielodisplasia es un síndrome mielodisplásico considerado un tipo de cáncer sanguíneo, con un riesgo de evolucionar a leucemia en un 10-20 % de los casos, especialmente en personas mayores de 70 años.
Frank Cuesta, que en el pasado fue galardonado con los prestigiosos Premios Ondas por su labor televisiva, ha sido durante años una figura polémica y mediática.
Sus declaraciones han generado una ola de reacciones en redes sociales, tanto de apoyo como de crítica, abriendo un debate sobre la ética en los medios digitales y el impacto de las enfermedades mentales no tratadas.