Francia ordenó un gran despliegue de fuerzas de seguridad en los alrededores de París luego de que agricultores molestos amenazaron con dirigirse hacia la capital francesa horas después de que unas activistas climáticas aventaron sopa al vidrio que protege la obra de la Mona Lisa en el Museo del Louvre.
Agricultores franceses aumentaron la presión sobre el gobierno para que responda a sus exigencias de una mejor remuneración por sus productos, menos trámites burocráticos y una protección contra las importaciones más baratas.
El ministro del Interior, Gerald Darmanin, sostuvo una reunión de seguridad el domingo previo a posibles bloqueos en las carreteras de los alrededores de París, informó su oficina en un comunicado.
Ordenó a las fuerzas de seguridad que “evitaran cualquier bloqueo” del Mercado Internacional Rungis y de los aeropuertos de París así como que prohibieran la entrada a la capital a cualquier grupo de agricultores, señala el comunicado.
Los agricultores del sindicato Coordinación Rural de la región de Lot-et-Garonne, donde se originaron las protestas, planean usar sus tractores para dirigirse el lunes hacia el Mercado Internacional Rungis, que abastece a la capital y la región circundante de gran parte de sus alimentos frescos.
Los dos sindicatos de agricultores más grandes de Francia dijeron en un comunicado que sus miembros asentados en zonas aledañas a la región de París iban a tratar de bloquear las principales autopistas hacia la capital, con el objetivo de poner a la ciudad “bajo asedio” a partir del lunes por la tarde.
Horas antes el domingo, dos activistas climáticas arrojaron algo de sopa al cristal que protege la Mona Lisa en el Museo del Louvre y gritaron lemas que reclamaban un sistema alimentario sostenible.
