
Washington (EFE).- La Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó este jueves como una “provocación deliberada e innecesaria” la Flotilla Global Sumud, interceptada por Israel mientras se dirigía a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria.
“La flotilla es una provocación deliberada e innecesaria. Nosotros estamos centrados en hacer realidad el plan del presidente Trump para poner fin a la guerra, el cual ha sido recibido de manera universal como una oportunidad histórica para una paz duradera”, declaró a EFE un portavoz del Departamento de Estado.
También dijo que el Departamento de Estado «no tiene prioridad mayor que la seguridad y protección de los ciudadanos estadounidenses».
Al menos ocho veteranos militares de Estados Unidos se habían unido a la flotilla, una misión internacional con más de 40 barcos y 500 voluntarios que tenía el objetivo de romper el bloqueo israelí de Gaza.
Gobiernos y organismos internacionales condenaron las acciones de Israel y ciudadanos de diferentes países participaron en manifestaciones espontáneas de protesta.
La Global Sumud Flotilla, casi completamente desarticulada y con más del 90 % de sus integrantes detenidos -443 de 500- por fuerzas israelíes, mantiene el barco Summertime -de apoyo legal- en el Mediterráneo, tras la interceptación de más de 40 embarcaciones cuando se aproximaban a Gaza.
Desde la tarde del miércoles, la Armada israelí se empleó a fondo en impedir que los barcos de la flotilla -que pretendía romper el bloqueo a Gaza y llevar ayuda humanitaria- llegasen a adentrarse en aguas territoriales, por lo que abordó todas las naves y detuvo a los tripulantes, a excepción de la Summertime, en poco más de 12 horas, dando por finalizada la misión.
El Gobierno de Israel, que dio por terminada la operación, pese a la continuidad del Summertine, ya había advertido de que no permitiría que las embarcaciones llegasen a su destino y sugirió que descargaran la ayuda humanitaria en puertos bajo su control, para su «organización y distribución» por las autoridades israelíes, una propuesta que la flotilla Sumud rechazó desde el primer momento.