Un hombre armado irrumpió en una celebración de Halloween en el vecindario de Lawndale, en Chicago, y disparó contra los asistentes, dejando al menos 15 personas heridas, dos de ellas en estado crítico.
La policía señaló que el tiroteo ocurrió poco después de la 1 am del domingo, cuando el hombre armado se acercó a la fiesta que se realizaba en el patio trasero de una casa y comenzó a disparar indiscriminadamente. Los agentes que llegaron al lugar vieron al sospechoso disparando contra la multitud antes de huir a pie.
Según los testigos, el hombre armado había tenido una pelea con algunas personas en la fiesta y se le había pedido que se fuera. Después de negarse a irse, el hombre supuestamente regresó con un arma y abrió fuego. El sospechoso fue arrestado más tarde y se le incautó un arma de fuego.
“Le dijeron que no podía entrar, y debió haber ido a su auto, regresar y comenzar a disparar”, dijo Andre Williams, un testigo que conocía al menos a tres personas que habían recibido disparos durante el evento.
Las víctimas del tiroteo fueron seis mujeres y nueve hombres, con edades comprendidas entre los 26 y los 53 años. Dos de las víctimas, se trataron de una mujer de 26 años y un hombre de 48, fueron trasladadas al hospital en estado crítico. Las otras víctimas se encuentran en buen estado en varios hospitales.
El reciente tiroteo ha sido el último de una serie de tiroteos masivos que han empañado las celebraciones de Halloween en Estados Unidos. Durante la noche, también se registraron tiroteos en Indianápolis y Tampa; en esta última ciudad, dos personas fallecieron y 18 resultaron heridas.
Este tipo de violencia armada ha generado preocupación y debate sobre la necesidad de endurecer las leyes sobre el control de armas en el país.
La organización Gun Violence Archive precisó que hasta el 29 de octubre de 2023 se habían producido 547 tiroteos masivos en Estados Unidos, definidos como aquellos en los que al menos cuatro personas resultan heridas o muertas por disparos.
