Lawrence Paul Anderson, de 42 años, salió de prisión en enero en Oklahoma gracias a una ley de liberación acelerada. Ahora está acusado de asesinar a tres personas, incluida una vecina a quien presuntamente le sacó el corazón para cocinarlo, de acuerdo con autoridades estatales.
En 2017, Anderson fue sentenciado a 20 años en prisión por violar su libertad condicional en un caso sobre tráfico de drogas. Sin embargo, su pena fue reducida a nueve años por recomendación de la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Oklahoma, y fue liberado tras cumplir solo tres años.
Ahora está acusado de tres cargos de homicidio en primer grado y dos delitos graves de asalto y agresión con un arma mortal y mutilación, según muestran los registros judiciales. Su abogado asegura que será sometido a una evaluación psicológica para determinar si tiene la salud mental necesaria para ser juzgado.
Anderson confesó haber irrumpido el 12 de febrero en la casa de una vecina, Andrea Lynn Blankenship, de 41 años. De acuerdo con la policía, el hombre le sacó el corazón y lo llevó a casa de sus tíos. Ahí “cocinó el corazón con papas” e intentó darlo de comer a sus tíos “para liberar a sus demonios”, dijo un agente de la Oficina de Investigaciones del Estado de Oklahoma (OSBI, en inglés).
Posteriormente, el hombre asesinó a su tío, Leon Pye, de 67 años, y a la nieta de cuatro años de la pareja, Kaeos Yates. También atacó a su tía, Delsie Pye, de acuerdo con el diario The Oklahoman.
La policía de Oklahoma recibió una llamada de una persona dentro del hogar de los Pye, quien colgó el teléfono inmediatamente, según un comunicado de las autoridades. Una patrulla fue enviada al lugar y, al llegar, los oficiales escucharon a alguien pidiendo ayuda. Al entrar a la casa, encontraron los cuerpos del tío y su nieta, y a Delsie Pye, quien seguía con vida y fue llevada al hospital debido a que fue apuñalada en ambos ojos.
Cuando las autoridades entraron a la vivienda de la vecina, encontraron su cuerpo apuñalado y su pecho mutilado.
«Los agentes tienen evidencia que respalda que Blankenship fue asesinada primero. Luego Anderson fue a la casa de Pye, mutilando a Delsie y asesinando a Leon y Kaeos. Anderson fue detenido en el lugar y luego trasladado al hospital para recibir tratamiento por sus heridas», informó el OSBI.
En el hospital, Anderson confesó su responsabilidad en los asesinatos. Según la policía, el acusado presuntamente utilizó su hombro para romper la puerta de entrada a la casa de Blankenship, y después la apuñaló para sacarle el corazón. Tras ser dado de alta del hospital, fue llevado a la prisión del condado de Grady.
Al presentarse en su audiencia inicial, el juez negó al acusado la libertad bajo fianza. El propio Anderson dijo al juez «no quiero fianza», después de llorar y golpear el escritorio con su mano derecha, de acuerdo con The Oklahoman.
Jason Hicks, fiscal de distrito del condado de Grady, criticó en conferencia de prensa que la Junta de Indultos dejara en libertad a Anderson, y advirtió que ahora se considerará la pena de muerte como castigo.
«Realmente creo que un delincuente como este nunca debería haber podido solicitar una conmutación de sentencia», dijo.
Haylee Blanckenship, hija de la vecina muerta, se dijo a favor de la pena capital para Anderson: «Espero que pase el resto de su vida pensando en lo que hizo hasta que le quiten la vida, al igual que le quitó la vida a esas personas».