Un oficial de la marina italiana fue detenido en flagrante delito de espionaje a favor de Rusia, cuando entregaba documentos confidenciales a un militar ruso, hecho que motivó que el embajador ruso en Roma fuera convocado, informaron este miércoles la policía y el gobierno italianos.
El oficial italiano, un capitán de fragata, fue sorprendido en medio de una “reunión clandestina” con un ciudadano ruso el martes por la noche en Roma, según un comunicado de la policía.
“La intervención se produjo durante esta reunión clandestina entre los dos hombres, que fueron sorprendidos en el intercambio de documentos confidenciales a cambio de una cantidad de dinero”, explica el comunicado.
La operación se realizó bajo la supervisión de los servicios italianos de inteligencia y el Estado Mayor de Defensa, según las fuerzas del orden.“Fueron sorprendidos en el intercambio de documentos confidenciales a cambio de una cantidad de dinero”
Según el diario La Repubblica, el capitán de la marina trabajaba en la oficina del Jefe del Estado Mayor de la Defensa y tenía acceso “a una amplia gama de documentos” relacionados tanto con la defensa italiana como con las actividades de la OTAN.
En el momento del intercambio de los documentos confidenciales el ruso entregó al italiano 5.000 euros en efectivo, de acuerdo al Corriere della Sera. El examen del material incautado en el departamento del oficial italiano ya habría demostrado que, además de documentos italianos, habría entregado documentos top secret de la OTAN, poniendo así en riesgo no solo la seguridad nacional, sino también la de otros países.
La Repubblica dijo que fue el incidente “más grave” con Rusia desde el final de la Guerra Fría, recordando un precedente de 1989 cuando se descubrieron espías rusos y búlgaros en Italia.Los rusos expulsados son un militar que fue sorprendido cuando recibía la información y su jefe inmediato
El ciudadano ruso es un militar de la embajada rusa en Italia y no fue oficialmente detenido debido a su condición de diplomático, pero sí será expulsado del país, de acuerdo a medios italianos. Su superior directo también será expulsado.
En reacción al arresto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia dijo que había convocado al embajador ruso en Roma, Sergey Razov, para conversaciones urgentes con el principal funcionario del ministerio.
CRECIENTES TENSIONES CON OCCIDENTE
Dentro de la Unión Europea y la OTAN, Italia es uno de los países con las relaciones más cálidas con Rusia. Su ex primer ministro Silvio Berlusconi es amigo personal del presidente ruso Vladimir Putin.
Rusia lamentó la expulsión de sus diplomáticos y expresó la esperanza de que este incidente no afecte a las relaciones bilaterales entre ambos países.
”Lamentamos la expulsión de dos funcionarios de la Embajada rusa de Roma. Estamos esclareciendo las circunstancias en torno a esta decisión”, afirmó el Ministerio de Exteriores de Rusia en un comunicado. La diplomacia rusa señaló que informará oportunamente sobre la posible respuesta de Rusia a la decisión de Italia que “no se corresponde al nivel de las relaciones bilaterales”.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró por su parte que la Presidencia rusa no dispone en estos momentos de información “sobre los motivos y circunstancias de la detención” del militar ruso en Italia. ”Pero en cualquier caso confiamos en que el carácter positivo y constructivo de las relaciones ruso-italianas se mantendrá y desarrollará”, indicó.
El canciller italiano Lugi Di Maio (REUTERS/Guglielmo Mangiapane/archivo)
El asunto se produce en el contexto de crecientes tensiones entre Moscú y Occidente, más recientemente por el encarcelamiento del crítico del Kremlin Alexei Navalny, una medida que provocó sanciones de la UE contra altos funcionarios rusos.
También la semana pasada, el Kremlin emitió una declaración en la que Putin lamentó “el estado insatisfactorio de los lazos entre Rusia y la UE”, que culpó a las “políticas poco constructivas, a menudo de confrontación, de nuestros socios”.
A principios de este mes, las relaciones entre Moscú y Washington se hundieron a un nuevo mínimo después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificara al presidente ruso de “asesino”, lo que llevó a Putin a decir, “se necesita uno para conocer uno”.
Sergey Razov, embajador de Rusia en Italia (EFE/EPA/TIZIANO MANZONI)
REDES DE ESPÍAS EN TODO EL MUNDO
Lo cierto es que la desconfianza por los “agregados” comerciales, militares y culturales, es cada vez mayor en las democracias del mundo. A diferencia de lo que ocurre en otras delegaciones con representatividad más democrática, los títulos que aparecen en sus tarjetas de presentación son sólo una fachada. La función principal de estos diplomáticos es frecuentar pasillos políticos, empresarios, periodísticos y culturales para poder conseguir información sensible.
La red está armada desde los tiempos del KGB soviético, que en tiempos más recientes pasó a llamarse FSB (Servicio Federal de Seguridad, por sus siglas en ruso), tras varias reestructuras en su organigrama. Depende del presidente Vladimir Putin.
El último incidente descubierto ocurrió, la semana pasada, cuando Bulgaria, un miembro de la UE y de la OTAN como Italia, expulsó a dos diplomáticos rusos después de que seis personas fueran arrestadas en el país, incluidos varios funcionarios del Ministerio de Defensa, bajo sospecha de espiar para Rusia.
A finales de 2020, los Países Bajos también descubrieron que la red estaba operativa en el país. Fue por eso que ordenaron la inmediata expulsión de la sede rusa en La Haya de dos diplomáticos. Los acusaba de haber formado parte de un equipo dedicado a robar datos confidenciales tecnológicos. De acuerdo a la información en manos de los investigadores holandeses, los “agregados” se dedicaban a espiar empresas de alta tecnología y a una institución educativa. Ambos fueron declarados persona no gratas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la nación europea.