El gobierno de los Estados Unidos anunció este viernes que flexibilizará los intrincados requisitos que tienen que cumplir sus funcionarios para contactarse con sus homólogos de Taiwán, lo que representa un acercamiento a la isla y, consecuentemente, un nuevo desafío a China en medio de las tensiones entre las dos potencias globales.
El portavoz del departamento de Estado, Ned Price, aclaró que ello no implica que el país norteamericano comience a reconocer oficialmente a Taipéi -dejó de hacerlo en 1979- pero que “los nuevos lineamientos facilitan los contactos” con la isla.
“Los lineamientos remarcan que Taiwán es una democracia vibrante y un importante socio en materia económica y de seguridad, y que también es una fuerza positiva en la comunidad internacional”, agregó Ned Price.
El portavoz del departamento de Estado, Ned Price. Foto: Nicholas Kamm/Pool via REUTERS
El anuncio tiene lugar en un momento en el que Beijing ha incrementado también las tensiones con Taiwán, la cual considera parte de su territorio, sobre todo a través de maniobras militares aéreas y navales dentro o cerca de su territorio.
De hecho, la Armada china indicó este martes que seguirá llevando a cabo maniobras de entrenamiento en aguas cercanas a Taiwán “de forma rutinaria” y confirmó que el portaaviones Liaoning llevó a cabo acciones de esa naturaleza recientemente.
Asimismo, la cartera de Defensa taiwanesa anunció que un total de 15 aviones del Ejército chino sobrevolaron este miércoles por su zona de identificación de defensa aérea (ADIZ). Y ese mismo día se detectaron también drones chinos cerca de las disputadas islas Pratas.
China realizó una nueva incursión aérea este viernes, informó el ministerio de Defensa de la isla. En concreto, fueron once aviones de la fuerza aérea china los que sobrevolaron por su zona de identificación de defensa aérea.
En ese contexto, el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Joseph Wu, aseguró que el país está “dispuesto a defenderse” y que “no hay duda de que libraremos una guerra si tenemos que librarla”.
“Estamos dispuestos a elevar nuestro presupuesto de defensa, a reorganizar nuestro Ejército o a tratar de reforzar nuestras fuerzas de reserva”, afirmó Wu en una rueda de prensa con medios internacionales. El funcionario también aseguró que dos de sus principales “aliados”, “Estados Unidos o Japón, están siguiendo muy de cerca de la situación”.
El ministro de Exteriores taiwanés, Joseph Wu. EFE/EPA/RITCHIE B. TONGO
Dos días después, el departamento de Estado anunció la medida. Y poco antes, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que el gobierno de Joe Biden efectivamente estaba vigilando de cerca el aumento de las actividades militares chinas en el Estrecho de Taiwán, y calificó las recientes acciones de Beijing como potencialmente desestabilizadoras.
“Hemos visto un aumento preocupante de la actividad militar de la República Popular China en el estrecho de Taiwán, lo que creemos que es potencialmente desestabilizador”, dijo, cuando se le preguntó si Washington estaba preocupado por una posible invasión china.
En esa línea, el almirante John Aquilino, nominado para ser el próximo comandante del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos, aseguró que “China considera el control de Taiwán como su primera prioridad” y que una eventual invasón está “mucho más cerca de lo que muchos piensan”.
El país norteamericano también se ha expresado mediante acciones recientes en la zona. Este miércoles aumentó su presencia militar en el Mar de China Meridional cuando el buque de asalto anfibio multipropósito USS Makin Island y el buque de transporte anfibio USS San Diego navegaron a través del Estrecho de Malaca.
Los marineros del USS Makin Island realizaron además “un ejercicio de entrenamiento con fuego real”, según tuiteó el jueves el Comando del Indo-Pacífico de los Estados Unidos el jueves, junto con un hashtag que pedía un “Indo-Pacífico libre y abierto”.
Las relaciones entre Taipéi y Beijing se han agrietado desde la llegada al poder, en 2016, de la actual presidenta taiwanesa, la independentista Tsai Ing-wen. Continuaron aumentando considerablemente durante el mandato de Donald Trump (2017-2021), quien dio prioridad al fortalecimiento de las relaciones con Taiwán -incluyendo la venta de armas- pese a que desde 1979 las relaciones entre Washington y Taipéi son oficialmente informales. Y no obstante el significativo cambio de la naturaleza del gobierno, la política exterior hacia China no ha fluctuado de manera considerable.