Los mellizos Pedro y Margarito Flores están fuera de la cárcel como beneficio por traicionar a su socio para el tráfico de drogas en Chicago, Joaquín Guzmán Loera, el Chapo; pero ahora enfrentan nuevas investigaciones por señalamientos del abogado de Felipe Cabrera Sarabia, el Inge y/o el Señor de la sierra, quien fuera jefe de escoltas del ex líder del Cártel de Sinaloa.
Según expedientes judiciales consultados por el Chicago Sun Times, los gemelos Flores habrían cometido delitos mientras estaban encarcelados. De ahí que se presentaron señalamientos formales por parte de Ralph Meczyk, representante de Cabrera Sarabia.
Actualmente, los colaboradores estrella de la Administración del Control de Drogas (DEA) están en prisión domiciliaria, de acuerdo con fuentes del medio estadounidense.
Los dos fueron sentenciados en 2015 a 14 años de prisión, pero estaban asegurados desde 2008, por lo cual ya habían cumplido parte de esa condena.
En 2019 quisieron salir anticipadamente, pero les fue negado el beneficio. Registros judiciales consultados por Infobae México indican que Margarito Flores solicitó se le permitiera cumplir su sentencia en confinamiento domiciliar por aumentos de casos de COVID-19 en la prisión donde estaba, pues sería susceptible por afecciones médicas que padece, pero las autoridades le negaron esa moción el 7 de agosto de 2020. Sin embargo, ahora se revela que logró sus peticiones junto con su hermano.
Pedro y Margarito Flores construyeron un imperio criminal para el tráfico de toneladas de cocaína en Chicago asociados con el Chapo y se expandieron por esa región. Pero cuando la guerra entre cárteles mexicanos en 2008, los hermanos contactaron a las autoridades norteamericanas para cooperar. Trabajaron de encubierto para la DEA, grabaron llamadas con el Chapo y fotografiaron a otros socios.
Se les atribuye haber entregado a Vicente Zambada Niebla, el hijo de Ismael Zambada García, el Mayo. Hasta 2019, los testimonios de los gemelos fueron clave para atrapar a otros 54 integrantes de los cárteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva; incluido Felipe Cabrera Sarabia, de quien su abogado confirmó las nuevas referencias judiciales contra los gemelos Flores en Chicago.
El Señor de la sierra fue detenido en 2011 y extraditado a Chicago el 12 de junio del año pasado, tras ser requerido por la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois. Trabajó como operador del Cártel de Sinaloa en Durango y sur de Chihuahua al fundar la célula de Los Cabrera, junto con sus hermanos Luis Alberto y Alejandro; el actual líder es José Luis, quien sigue en el negocio ilícito para el grupo criminal sinaloense.
Ralph Meczyk, según el Chicago Sun Times, había dejado ver que dos personas que cooperaron con las autoridades norteamericanas serían acusados de nuevos cargos por su conducta criminal mientras estaban tras las rejas. Esto fue en diciembre de 2020. Pero ya en febrero de 2021, el abogado del Señor de la sierra precisó que se refería a los mellizos Flores, quienes en efecto se encuentran bajo investigaciones federales.
Y es que aún cuando el gobierno de EEUU confiscó más de cuatro millones de dólares a los hermanos y otorgó 300 mil dólares a sus familiares para gastos de manutención, ahora se duda si escondían más dinero.
Por ejemplo, Pedro regaló un Bentley de 200 mil dólares a su esposa poco antes de quedar bajo custodia. Este mismo fue quien testificó contra el Chapo en la Corte del Distrito Este de Nueva York en el llamado “juicio del siglo”. Se considera que las operaciones de los mellizos eran de distribución y no en actos de violencia, sin embargo, las nuevas pesquisas determinarán si continuaron con el tráfico de drogas u otros ilícitos mientras estaban encerrados.
Entre 2005 y 2008, los hermanos lograron distribuir cargamentos por un valor de 1,800 millones de dólares en Chicago, Columbus, Cincinatti, Detroit, Milwaukee, Nueva York, Filadelfia, Washington y Vancouver, en Canadá, según un comunicado del Departamento de Estado fechado el 27 de enero de 2015.
Un documento público del FBI (Buró Federal de Investigaciones) señala que distribuían desde Chicago entre 1,500 y 2,000 kilos de cocaína al mes que enviaban escondida en techos falsos de cabinas de camiones de carga. Usaban el mismo método para enviar dinero en efectivo a Guzmán Loera en México.
Pedro era el cerebro detrás de las operaciones y Margarito era quien sostenía reuniones con los clientes y se encargaba del traslado de la mercancía. Ambos tienen ahora 39 años y se encuentran en libertad supervisada, pues cumplirían su deuda con la sociedad en 2022. Pero podrían volver a la cárcel, mientras el capo que ayudaron a hundir paga una sentencia de cadena perpetua, según sus abogados, en condiciones infrahumanas en la prisión de ADX Florence, Colorado.