
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, aprobó el envío de hasta 600 abogados militares al Departamento de Justicia para servir como jueces de inmigración temporales.
El ejército comenzará a enviar grupos de 150 abogados, tanto militares como civiles, “tan pronto como sea posible”, y los servicios militares deberían tener identificada la primera ronda de personas para la próxima semana, según un memorando fechado el 27 de agosto.
La medida se produce mientras la administración Trump intensifica las políticas contra la inmigración en todo el país, aumentando arrestos y deportaciones. Los tribunales de inmigración enfrentan un retraso de aproximadamente 3,5 millones de casos, cifra que ha crecido en los últimos años.
Numerosos jueces de inmigración fueron despedidos y otros se fueron voluntariamente tras aceptar renuncias diferidas ofrecidas por la administración, según su sindicato, la Federación Internacional de Ingenieros Profesionales y Técnicos informó en julio que al menos 17 jueces habían sido despedidos “sin causa” en tribunales de todo el país.
Actualmente, el país cuenta con alrededor de 600 jueces de inmigración, según cifras del sindicato, lo que significa que la medida del Pentágono podría duplicar la capacidad judicial temporalmente.
La acción se lleva a cabo a solicitud del Departamento de Justicia el memorando indica que la misión inicialmente no excederá los 179 días, aunque podría ser renovada según las necesidades. Cuando se consultó sobre la medida, un portavoz del Departamento de Justicia remitió las preguntas al Departamento de Defensa, que a su vez dirigió las consultas a la Casa Blanca.
Un funcionario de la Casa Blanca indicó el martes que la administración está evaluando diversas opciones para resolver el retraso en casos de inmigración, incluida la contratación de jueces adicionales. Según el funcionario, el asunto debería ser “una prioridad en la que todos, incluidos aquellos que esperan adjudicación, puedan estar de acuerdo”.