El presidente electo le expresó al sumo pontífice su «deseo de trabajar juntos sobre la base de una creencia mutua en la dignidad e igualdad de la humanidad en temas como el cuidado de los marginalizados y los pobres, el cambio climático y la integración de los inmigrantes y refugiados en las comunidades”
CIUDAD DEL VATICANO.-El papa Francisco felicitó el jueves al presidente electo, Joe Biden, por su victoria en las elecciones de Estados Unidos.
El líder de la iglesia católica y el demócrata mantuvieron una conversación telefónica en la que, además de recibir las bendiciones y felicitaciones, Biden informó que acordaron trabajar juntos en una agenda común.
“Biden manifestó el aprecio del sumo pontífice en la promoción de la paz, la reconciliación, los lazos comunes de la humanidad alrededor del mundo”, dice el comunicado sobre la conversación difundido por el equipo del estadounidense.
El presidente electo, que tomará posesión el próximo 20 de enero, también “expresó su deseo de trabajar juntos sobre la base de una creencia mutua en la dignidad e igualdad de la humanidad en temas como el cuidado de los marginalizados y los pobres, el cambio climático y la integración de los inmigrantes y refugiados en las comunidades”.
La conversación del presidente electo y el máximo líder de la iglesia católica ocurre en una semana en la que el estadounidense se ha dedicado a estrechar lazos internacionales, sobre todo a través de una serie de llamadas a mandatarios políticos de Europa, Asia y América Latina.
Los apoyos servirán especialmente al demócrata en un contexto en el que el presidente Donald Trump se resiste a admitir su derrota, denuncia fraude y asegura que judicializará la elección.
Biden, de 77 años, es el segundo católico elegido a la presidencia de Estados Unidos después de John F. Kennedy en 1960.
Durante una tensa campaña electoral contra el presidente Donald Trump, Biden citó al papa Juan Pablo II, invocó con frecuencia sus raíces católicas irlandesas y se comprometió a “restaurar el alma de Estados Unidos” después de cuatro años de profundas divisiones.
El presidente electo lleva regularmente un rosario que pertenecía a su hijo Beau Biden, fallecido de cáncer cerebral en 2015.
Voters wait in line for a campaign event to hear last-minute arguments from Jill Biden in Westland, Michigan, U.S., October 29, 2020. REUTERS/Emily Elconin
El propio papa Francisco ha tenido relaciones tensas con Trump. A principios de 2019, calificó el proyecto del muro del magnate reublicano en la frontera entre Estados Unidos y México como una “locura”.
En febrero de 2016, cuando Trump buscaba convertirse en el candidato presidencial de su partido, el Papa dijo durante una visita a México que alguien que piensa en construir muros en lugar de puentes “no es cristiano”.
Trump respondió con una declaración hiriente en ese momento: “Que un líder religioso cuestione la fe de una persona es una vergüenza”, dijo.
En 2015, el papa Francisco se reunió con el entonces vicepresidente Biden en Washington cuando el sumo pontífice pronunció un discurso en el Capitolio de Estados Unidos ante el pleno del Congreso.
El papa Francisco y Donald Trump (AFP)
Católicos y aborto en EEUU
La victoria de Biden llega después de que, durante cinco décadas, los líderes conservadores católicos y republicanos de Estados Unidos han tratado de ganarse a los votantes católicos para una agenda que sirve a los intereses del Partido Republicano, especialmente sobre el aborto.
En ese contexto, el aborto es uno de los temas sobre los cuales las posturas de Biden molestan tanto a los propios como a la iglesia católica. A lo largo de su carrera ha tenido posturas cambiantes sobre el derecho de las mujeres a abortar, pero parece adherir a un criterio que se acepta como el oxígeno cuando se habla de los ideales de los Estados Unidos: las libertades individuales.
Se comprende al recordar lo que dijo: “No creo que tengamos el derecho de decirle a otras personas que las mujeres no pueden tener control sobre sus propios cuerpos. Es una decisión entre ellas y sus médicos, desde mi punto de vista. Y la Suprema Corte: no voy a interferir allí”.
Con eso hacía alusión al histórico fallo en el caso Roe vs. Wade, el pilar del derecho al aborto en los Estados Unidos.
Una manifestante sostiene una pancarta con un mensaje anti aborto mientras Joe Biden asiste a una misa en Wilmington, Delaware. REUTERS/Kevin Lamarque
Al referirse en campaña a su plan para la atención de la salud en caso de ganar las elecciones, el demócrata explicó que avanzaría, a partir de la Ley de Salud Accesible, u Obamacare, en todo lo que se refiera a la prevención del embarazo: los planes comunes cubrirían “la anticoncepción y el derecho constitucional de la mujer a elegir”.