Sandro Castro, nieto del histórico dictador cubano Fidel Castro, se vio envuelto en una nueva controversia luego de publicar un video en el que presume de un lujoso auto mientras la perpetua crisis económica del país caribeño continúa profundizándose.
Las imágenes muestran como castro maneja un Mercedez Benz en una carretera vacía mientras le habla a la persona que lo filma: “Papi, miren lo que toca pap. Porque tu sabes que nosotros somos sencillos, pero de vez en cuando hay que sacar los jugueticos que están en casa”, dice Castro, conocido también por ser propietarios de distintos bares en La Habana que suelen ser frecuentados por la elite cubana.
También le pide a su acompañante que filme el tablero del auto, que muestra la velocidad a la que está conduciendo: “Miren que lindo cómo esto va a 140 (kilómetros por hora) caballero. Esto es cosa gorda mi gente, para que no se equivoquen”, agrega.
Esta no es la primera vez que Sandro Castro, quien es conocido por alardear de sus posesiones, se ve envuelto en una controversia de esta naturaleza. En 2019, en medio de una aguda escasez de combustible, publicó una foto de su auto con el tanque lleno.
Este nuevo video generó una indignación prácticamente generalizada en las redes sociales. Muchos de los usuarios que interactuaron con las distintas publicaciones que se hicieron eco del video criticaron a Castro, resaltando el contraste con las precarias condiciones en las que vive la vasta mayoría de la población de la isla.
De hecho, la crisis económica que atraviesa Cuba llegó a un punto tal que en las últimas semanas el régimen abrió las puertas a la extensión del sector privado como manera de atraer divisas. Según consignó The New York Times al explicar la medida, esta ha sido impulsada por “extrema necesidad”.
“En 2020, la economía de Cuba, estancada durante mucho tiempo, se contrajo en un 11 por ciento, cuando la administración de Donald Trump endureció las sanciones de Estados Unidos sobre la isla y la pandemia detuvo el turismo, sustento económico del país”, indica la publicación.
Es posible también que el país también esté tratando de trabajar para liberalizar el comercio con una nueva administración estadounidense en el poder, con la esperanza de que Estados Unidos ponga fin a su embargo de la isla. Por el momento no se ha precisado cuáles son las 124 actividades que aún continúan estando prohibidas, pero la eliminación del listado de ocupaciones permitidas supone que el sector privado pueda incursionar en las más de 2.000 recogidas en el Clasificador Nacional de Actividades Económicas, señaló al respecto la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó.