
José Francisco Peña Gómez es recordado como gran conductor de masas y orador vibrante, que imantaba a la gente y atraía multitudes con su verbo encendido. Líder político y abogado. Candidato presidencial y alcalde de Santo Domingo.
Detrás de ese hombre humilde, que se superó a sí mismo, hay una historia dramática y cruda. Nacido el 6 de marzo de 1937, cumpliría 88 años este jueves. Su madre, de nacionalidad haitiana, tuvo que huir hacia el vecino país, en octubre de ese año, cuando el régimen de Trujillo desató una matanza contra los haitianos, sobre todo en la línea fronteriza. Fue una carnicería: miles de asesinados sin piedad.
Peña Gómez quedó huérfano y desamparado. Lo adoptó la familia Bogaert, en Mao, su lugar de nacimiento. Allí se crió, bajo las rudezas de la vida. Fue educador en el reformatorio de San Cristóbal. En Santo Domingo se hizo monaguillo y entró a La Voz Dominicana, como locutor. Educó y disparó su voz, convirtiéndola en un imán popular.
Ingresó en el PRD. Cuando llegó la avanzada perredeísta el 5 de julio de 1961, después de la muerte de Trujillo, se inscribió y abrazó el jacho blanco. Derramaba su verbo por calles y campos, ansiaba la libertad de su pueblo oprimido. Juan Bosch se convirtió en su líder, casi en el padre que no tuvo; y le hizo campaña. Contribuyó a su triunfo en las elecciones de 1962. El maestro lo tenía como ejemplo para los jóvenes, y le dedicó su libro “Crisis de la democracia de América en la República Dominicana” (1964).
Le esperaban años difíciles y crueles. Prendió la chispa de la Revolución, el 24 de abril de 1965. Estuvo preso y se asiló. Durante los Doce Años del balaguerato (1966-78), Peña Gómez tuvo que asumir el liderazgo real del PRD, puesto que Bosch estaba exiliado; así, encabezó la oposición al régimen. Regresó Bosch y habló de depurar al PRD, quitándole las garrapatas. Quería descontaminar al partido blanco. En realidad, el maestro había perdido el control del partido: Peña Gómez era el nuevo líder. Por esos años, hizo un paréntesis: se fue a París a estudiar Derecho, enviado por Bosch. Afianzó su preparación académica: doctor en Derecho.
Lo que catapultó al líder perredeísta fue el programa “Tribuna Democrática“, un bastión de la comunicación política y un gran toque de queda. Se transmitía cada tarde por Radio Comercial. Peña Gómez no solo discurseaba allí: también declamaba sus poemas, sobre todo “Lloran las viejas campanas”, una elegía de la Revolución de Abril.
Una situación lo separó del maestro. En 1982 fue elegido alcalde de Santo Domingo. Gran municipalista. Presidente del PRD. Funda el BIS, por las rebatiñas internas en el partido blanco. Candidato presidencial en 1990, destrozada la unidad el PRD: Jacobo Majluta había creado el PRI. Ofreció su apoyo a Bosch, que no aceptó y perdió esas elecciones. Otra vez, candidato presidencial en 1994. Le hicieron fraude, firmó con Balaguer el Pacto por la Democracia. En 1996, tercer intento fallido: Leonel Fernández le venció en un cerrado duelo electoral de segunda ronda.
Un cáncer fulminante lo postró en cama. Buscó remedio para su enfermedad incurable. Acudió a un gurú hindú. Viajó por Asia, pero los resultados fueron estériles. Finalmente se extinguió el 10 de mayo de 1998, siendo candidato a síndico de la Capital.