El gobierno de Joe Biden considera que Cisjordania es un territorio “ocupado” por Israel, indicó el miércoles el Departamento de Estado después de la publicación de un informe en la víspera que parecía querer evitar esos términos.
“Es un hecho histórico que Israel ocupó Cisjordania, la Franja de Gaza y los Altos del Golán después de la guerra de 1967”, dijo a la prensa el portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price.
Además, aseguró que el informe anual sobre derechos humanos publicado el día anterior por Washington “usa bien el término” ocupación “en el contexto del estado actual de Cisjordania”.
“Esta es la vieja posición de gobiernos anteriores”, tanto demócratas como republicanos, “durante varias décadas”, insistió.
En este informe, el Departamento de Estado tituló “Israel, Cisjordania y Gaza” la sección que hasta el inicio del mandato del expresidente estadounidense Donald Trump se rotulaba “Israel y los Territorios Ocupados”.
La administración del demócrata Joe Biden parecía así querer abstenerse de hablar explícitamente de Cisjordania como un territorio “ocupado”, en línea con la diplomacia muy favorable al estado hebreo del anterior gobierno republicano.
No obstante, pese a evitar volver a la designación “territorios ocupados”, el Departamento de Estado insertó un párrafo en el que se explica que las palabras utilizadas “no reflejan una posición sobre ninguna de las cuestiones relacionadas con el estatuto final que deben negociar las partes en el conflicto, en particular las fronteras específicas de la soberanía israelí en Jerusalén, o las fronteras entre Israel y un futuro estado palestino”.
“Esta sección del informe cubre Israel (…) así como los Altos del Golán y los territorios de Jerusalén este que Israel ocupó durante la guerra de junio de 1967”, dicen sus autores.
Además, indican que “Estados Unidos reconoció Jerusalén como la capital de Israel en 2017 y la soberanía de este sobre los Altos del Golán en 2019”, sin retroceder en esas decisiones.
Price dijo el miércoles que esto no reflejaba un cambio de postura por parte de la administración Biden, que, a diferencia de Trump, aboga claramente por la solución de dos Estados, Israel y Palestina.