El Gobierno de Afganistán, encabezado por el presidente Ashraf Ghani, podría colapsar entre seis y doce meses después de que todas las tropas estadounidenses sean retiradas del país, según un nuevo análisis de la comunidad de inteligencia de EE.UU., reporta The Wall Street Journal.
La nueva evaluación, que difiere marcadamente del análisis positivo anterior, se produce después de que los talibanes lograran avances en el campo de batalla en Afganistán, incluida la toma de un distrito clave en la provincia norteña de Kunduz esta semana.
Según el medio, este miércoles los talibanes anunciaron en un comunicado que sus ganancias territoriales «serán el comienzo del fin de los males originados por la ocupación«.
Mientras tanto, algunos otros funcionarios ofrecen un pronóstico incluso más pesimista, sugiriendo que el Gobierno podría caer tan pronto como tres meses después de que finalice la retirada de Estados Unidos de Afganistán, reseña el periódico.
El análisis anterior aseguraba que el Gobierno de Afganistán podría permanecer de pie hasta dos años después de que se vayan las tropas estadounidenses.
La retirada de EE.UU.
A mediados de abril, el presidente Joe Biden anunció que los cerca de 2.500 soldados estadounidenses que aún permanecen en Afganistán regresarían a casa antes del 11 de septiembre de este año, coincidiendo con el 20.º aniversario de los ataques del 11-S, que fueron el motivo que alegó Washington para desplegar sus fuerzas en la nación asiática.
El plan militar incluía la opción de retirar todas las tropas del país en julio, excepto los soldados estadounidenses que son responsables de proteger la embajada norteamericana en Kabul.
Sin embargo, ahora los funcionarios de la Casa Blanca, asegura The Wall Street Journal, están alentando al Ejército a desacelerar el ritmo de la retirada de las tropas, en medio de los informes sobre los avances de los talibanes en la región.
Por su parte, el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, reiteró el martes los planes del Departamento de Defensa de retirar todas las tropas, excepto las que quedan para «proteger la presencia diplomática», antes del 11 de septiembre.
Pero, en respuesta a preguntas sobre los logros de los talibanes, aseveró que el Pentágono quiere «mantener la flexibilidad» para alterar el ritmo, el alcance o la escala de la retirada.