Santo Domingo, República Dominicana — El comunicador dominicano Nelson Javier, conocido como “El Cocodrilo”, expresó fuertes críticas hacia Zulinka Pérez, hija del reconocido merenguero Rubby Pérez, y su esposo Miguel Báez. En declaraciones recientes compartidas a través de un video difundido en la plataforma YouTube, el presentador cuestionó públicamente las decisiones tomadas por la pareja respecto a un evento en homenaje al artista, generando una amplia conversación en redes sociales.
Durante su intervención, Nelson Javier afirmó que “defenderá la honra de Rubby Pérez cueste lo que cueste”. Reiteró varias veces que, según sus palabras, “Zulinka vendió a su papá con un millón de pesos”, como parte de un planteamiento sobre los intereses personales que, a su juicio, motivan a la pareja.
La crítica del comunicador se centra en un contrato que, según indicó, fue enviado por Zulinka y Miguel para participar en un homenaje con motivo de los 50 años de trayectoria artística del intérprete. Entre las condiciones estipuladas en el documento se incluiría un pago de 6,000 dólares por interpretar un solo tema, así como 25,000 pesos dominicanos adicionales por cada coro en el que participen. El acuerdo también contempla un total de 17 cláusulas con términos considerados estrictos por el comunicador.
Nelson Javier también comentó que, tras lo ocurrido en la discoteca Jet Set, donde Rubby Pérez dejó de vivir, observó con atención el comportamiento de los allegados. En ese contexto, afirmó que “nunca la vi llorar”, en referencia a Zulinka, y criticó que se hablara de nuevos proyectos musicales poco tiempo después. También mencionó que familiares cercanos, como los tíos de la joven, se encontraban en ese momento removiendo los restos de la infraestructura.
El comunicador dirigió críticas específicas a Miguel Báez, a quien señaló por supuestamente haber recibido apoyo económico constante del artista. Entre sus declaraciones, dijo que Rubby Pérez “lo mantuvo durante años, le pagó el colegio al hijo y lo alimentó”. Además, expresó que el posible distanciamiento podría estar vinculado con la pérdida de esos beneficios. “Le quitaron la teta de la que vivía”, añadió.
El contrato que Nelson Javier describió incluye también cláusulas sobre puntualidad en ensayos, control de imagen y cambios en la organización del evento. Según él, el documento refleja una actitud centrada en el beneficio económico más que en el aspecto emocional del homenaje.
