OAKLAND.- El sorprendente —por lo negativo— nivel mostrado por Andrew Wiggins durante el primer tramo de la temporada se encuentra en la cima de las numerosas preocupaciones de los Golden State Warriors.
Quien fuera, probablemente, el segundo mejor jugador del equipo durante las Finales de 2022, apenas está promediando 11,9 puntos, con un acierto en triples del 29,7%, cuando el pasado curso registró 17,1 puntos y un 39,6% de efectividad desde larga distancia. En definitiva, un rendimiento muy inferior del que se esperaba de él cuando firmó una extensión de contrato por cuatro años y 109 millones de dólares.
Además de eso, su coexistencia en pista con Jonathan Kuminga, quien está muy descontento con su papel a las órdenes del técnico Steve Kerr, es nula, pues registran un insostenible Net Rating de -20,6 en los 146 minutos en los que han coincidido. Por ello, numerosas informaciones han sugerido que la gerencia de Golden State tendrá que decidirse por uno u otro más pronto que tarde.
El último reporte, procedente del medio NBC Sports, recoge que varios ejecutivos de la NBA creen que los Warriors optarán por desprenderse de Wiggins en favor de la mayor juventud y desempeño reciente de Kuminga, quien, además, tiene, a día de hoy, un contrato mucho más saludable para las apretadas arcas de la franquicia.
Sin embargo, no será fácil dar salida a un Wiggins cuyo valor ha caído en picado en los últimos meses y que percibirá casi 85 millones hasta 2027, aunque su último año está sujeto a una opción de jugador. Y esta es solo una más de las importantes decisiones que deberán tomar los Warriors de aquí al verano. La primera, quizá, antes del cierre de mercado del próximo 8 de febrero.