Hace un año fueron descubiertos enorme cantidad de personas que estaban cometiendo intrusismo, al fungir como especialista, sobre todo en el área de la salud con títulos falsos, por lo que instituciones como el Ministerio de Salud Pública ha tomado cartas en el asunto, cerrando centros y tomando acciones legales.
Sin embargo, el equipo N Investiga realizó un reportaje que pone en alerta sobre un supuesto neuropsiquiatra, Víctor Manuel Lantigua De León, que brinda consultas sin haber recibido la formación y con un título con serios indicios de ser falso.
Al trasladarse a su consultorio, ubicado en el Centro Colectivo de Salud Popular (COSALUP), en Herrera, el equipo de investigación pudo constatar que el supuesto doctor en su mayoría atiende a niños y adolescentes, a quienes realiza procedimientos diagnósticos que no tienen carácter científico.
Víctor Manuel Lantigua De León, de 64 años, se graduó de medicina general de la Universidad Federico Henríquez y Carvajal en 1995 y obtuvo su exequátur cinco años después, en noviembre de 2000.
Al ser cuestionado por su título universitario, Víctor aseguró que no estaba dentro del consultorio, porque supuestamente no estaba consultando en su oficina, alegadamente por problemas en su aire acondicionado.
Víctor Manuel ejerce la psiquiatría en COSALUP, una Asociación Sin Fines de Lucro creada en julio de 1983, ubicada en el sector de Herrera.
Cabe destacar que los profesionales de esta especialidad deben cumplir con una serie de requisitos, como lo explica la presidenta de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, Ampary Reyes, quien afirma que “necesita tener por lo menos como mínimo un año de medicina interna y tres de psiquiatría”.
Lantigua de León asegura que realizó un postgrado de psiquiatría en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), sin embargo, al contactar la casa de estudio, aseguran que no existe registro de este título de fecha 24 de noviembre del año 2006, libro 2 folio 276 número 9630.
La única información que aparece en la UASD sobre el doctor Lantigua es que realizó una formación de Técnico en Salud Mental de un año de duración.
Al referirse de la residencia de psiquiatría, requerida en cualquier área de medicina, afirmó no haberla realizado, pero indicó que cuenta con una especialidad en urgencias psiquiátricas, además de tener título homologado.
Con esto hace referencia a títulos de cursos de dudosa reputación, en su mayoría virtuales que posee, en específico a este emitido en noviembre de 2019, de “especialista en urgencias en psiquiatría”, con una duración de 200 horas, dado por el Centro de Formación Superior de Postgrado Euroinnova Business School, cuyo costo es de 208 euros.
Al consultar la página web de esta academia, se observa un comentario del doctor Lantigua valorando el curso: “La experiencia ha sido maravillosa. La verdad que está sumamente barato. Lo recomiendo a todos el personal de salud y en especial a los de la salud mental que esta es una vía de ser especialista”.
Sin embargo, la misma página web hace una aclaración del carácter oficial de esta formación afirmando que no está incluida dentro del ámbito oficial reglado como Grado Universitario, Máster Oficial Universitario y Doctorado, sino que es complementaria.
Otro título que forma parte de su amplio expediente es uno de un curso de estrés de 6 horas, emitido en diciembre de 2010, por la Escola Galega de Formación de España, la cual, según su página web, está cerrada permanentemente, sin especificar el motivo.
Lantigua asegura haberse preparado en terapia electroconvulsiva, curso de hipnosis regresivo, litio con tratamiento psicópata, psiquiatría y forense, fobi, distimia, síndrome de Burnout, síndrome de Burnout. Journal. Médica sobre epilepsia. Congreso Médico sobre tuberculosis. Simposio Internacional de Medicina.
Supuestamente hizo curso de obesidad y ansiedad. Trastorno de ansiedad, Trastorno de la infancia. Además, dice cuenta con un postgrado que realizó en el Instituto de Neuropsiquiatría de Argentina.
La presidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría afirma que “la neuropsiquiatría es una rama realmente muy, muy especial y debe de tener mucha competencia como para hacerse en un curso de pocas horas. O sea, necesitas realmente tener conocimiento amplio y necesitas una práctica hospitalaria. O sea, antes de seis horas por zoom o por internet, tú tienes que tener práctica hospitalaria”.
Tal vez a eso obedezca la reducida cantidad de neuropsiquiatras que hay en el país, sin embargo, el doctor Lantigua se vanagloriaba de ser parte de ese reducido grupo.
Así lo confirma la madre de un menor de edad que atendía a su hijo con el doctor, quien contó ante las cámaras que Lantigua le confirmó que él era uno de los dos únicos neuropsiquiatras que había en el país, a lo que reaccionó sorprendida.
Todo esto no le impidió trabajar desde el 2000 en el sector público como médico ayudante de psiquiatría en el Centro Diagnóstico Díaz Piñeyro en Herrera, dependencia del Servicio Nacional de Salud, devengando un sueldo de 87,078 y actualmente está pensionado con el mismo monto, pero continúa ejerciendo en COSALUP, cobra mil pesos por consulta y prescribe unas pruebas diagnósticas, como lo explica una madre de un menor de edad paciente del doctor que acudió el año pasado porque estaba presentado muestras de agresividad en la escuela.
“Sus compañeros le hacían bullying. Motivo a que los mismos compañeros presenciaron el acto que el Papa tuvo un pequeño evento y le decían fulano, mira que tu papá esto, tu papá lo otro, papá aquello. Entonces la misma orientadora de la escuela me llama a capítulo”, sostuvo la madre.
Acude a COSALUP, donde la psicóloga le refiere al supuesto psiquiatra del centro, doctor Lantigua, quien le prescribió su famoso test cuyo costo fue de 8 mil pesos.
“Lo tomé prestado hasta una parte o tomé prestados créditos. Otra parte. Mis compañeros que yo era residente en el trabajo me hicieron una recolecta y me ayudaron. Pero fue un poco ya la mayoría. Yo cogí prestado a rédito y tuve que pagar el doble casi”, asegura.
Tras conseguir el dinero, el doctor Lantigua le realizó a su hijo el denominado “estudio psicométrico de ira multidimensional”, que consiste en colocar unos cables en la cabeza de los pacientes.
Los resultados arrojaron 68.3 por ciento de TDAH, 78 por ciento hiperactividades y que es 40.2 por ciento más susceptible a la ira que una persona promedio.
El método usado por Lantigua para diagnósticos fue IDR Labs 2023, una página web con unos tests muy peculiares basados en películas y series populares como Harry Potter, Hello Kitty, Star Wars, Winnie The Pooh y Barbie, donde relacionan cada uno de estos personajes con un diagnóstico psiquiátrico definitivo.
La Sociedad de Psiquiatría establece que estos procedimientos no tienen carácter científico o clínico, además de que no debería cobrar por unas evaluaciones gratuitas de una página web abierta al público ni tomarlos en cuenta para hacer una consulta seria.
La madre de un menor que se consultaba con el supuesto doctor cambió de profesional, ya que estaba preocupada, ante los efectos de dos medicamentos prescritos por el supuesto neuropsiquiatra que mantenían a su hijo como zombie, durmiendo hasta 16 horas seguidas en un día.
Al acudir al Hospital Robert Read Cabral, le realizan una tomografía, un encefalograma y también visita la psicóloga del menor, obteniendo un diagnóstico totalmente diferente y menos grave.
“Me determina que es conductual. Que como yo vivo cerca del padre del niño. Que lo más recomendable comencemos por ahí es que no lo deje mucho tiempo con el papá”, dice la madre.
Ante estos hallazgos, son evidentes los indicios de que Víctor Lantigua está ejerciendo la psiquiatría, consultando y realizando procedimientos que no están avalados científicamente, con titulación fraudulenta, por lo que podría tipificarse de estafa.
Cabe resaltar que las consecuencias que puede tener para los pacientes recibir atenciones por una persona que no está debidamente formada en el área son sumamente graves.
“Entonces vamos a suponer una depresión mal manejada o mal diagnosticada. Se lleva un tratamiento que no necesariamente le corresponde y que sobreviene exacerbación de efectos secundarios, exacerbación de enfermedades a través de un tratamiento mal puesto”, sostuvo Ampary Reyes.
Ante esta situación, la Sociedad Dominicana de Psiquiatría ha alertado a la población sobre el intrusismo. En abril pasado, publicó un comunicado donde llama a la sociedad dominicana a tener precaución y procurar que su médico esté registrado en el organismo.
La presidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, Ampary Reyes hizo un llamado a Salud Pública, a intervenir “esos centros de una manera realmente efectiva para que nuestros pacientes no sigan exponiéndose a manos criminales porque el ejercicio no regulado es criminal… expone al paciente a mala práctica y lo expone a la muerte”.
Antes del Covid, la demanda mundial de terapias por salud mental era de un 20 % y en la actualidad creció un 25 % más.
En República Dominicana, una investigación de la PUCMM arrojó que cuatro de cada 10 dominicanos sufrieron ataques de ansiedad producto de la pandemia y el 76% de esos pacientes nunca había experimentado este tipo de crisis.