Las autoridades alemanas decidieron disolver este jueves la unidad de Policía de élite de la ciudad de Fráncfort (SEK, por sus siglas en alemán) después de que se descubriera que 18 de sus miembros estaban intercambiándose de mensajes racistas y del contenido nazi, informa The New York Times, citando a Peter Beuth, ministro de Interior del estado federado de Hesse.
“La inaceptable mala conducta de varios miembros, así como la vista gorda de los superiores inmediatos del SEK de Frankfurt, han hecho necesaria su completa disolución”, señaló el alto funcionario.
En total, la Fiscalía de Hesse investiga a 20 agentes, de 29 a 54 años, quienes supuestamente participaron en dos grupos de chat diferentes en los que se burlaban de los refugiados y compartían simbología nazi, prohibida en la legislación del país. Entre los imputados, 18 eran policías en activo, mientras que uno trabajaba en otra unidad policial y otro ya estaba retirado.
El intercambio de contenido prohibido fue descubierto por casualidad durante una investigación sobre un caso no relacionado. Así, los fiscales estaban analizando los dispositivos móviles de un oficial de la unidad por la presunta posesión de pornografía infantil.
Entretanto, se planea que el grupo disuelto sea reestructurado, poniendo mayor énfasis en el liderazgo responsable. “Ellos son uno de los garantes de la seguridad y, por lo tanto, con más motivo deben estar libres de conductas inaceptables”, aseveró Stefan Muller, jefe de la Policía de Hesse.