La enfermedad de manos, pies y boca es una infección viral común, generalmente causada por el virus Coxsackie, que produce fiebre, llagas en la boca y una erupción en las manos y los pies. Es más frecuente en niños pequeños y se propaga fácilmente a través del contacto con la saliva, el moco, las heces o el líquido de las ampollas de una persona infectada. Aunque suele ser leve y autolimitada en 7 a 10 días, es importante mantenerse hidratado, y se puede aliviar el dolor con analgésicos como ibuprofeno o paracetamol.
Causas
- La causa más común es el virus Coxsackie A16 y otras cepas de Coxsackie, pertenecientes a la familia de los enterovirus.
Síntomas
- Fiebre
- Dolor de garganta
- Llagas o ampollas dolorosas en la boca
- Sarpullido en las manos y los pies, que puede incluir ampollas
- A veces, los genitales y las nalgas también pueden verse afectados
Transmisión
- El virus se propaga por contacto cercano con una persona infectada.
- A través de gotitas en el aire cuando una persona infectada tose o estornuda.
- Al tocar una superficie u objeto contaminado (como juguetes o picaportes) y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca.
- Mediante el contacto con las heces o el líquido de las ampollas de una persona infectada.
Tratamiento y alivio
- No hay tratamiento específico, ya que es una infección viral; el tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas.
- Analgésicos: Medicamentos como el acetaminofeno (paracetamol) o ibuprofeno pueden ayudar a controlar el dolor y la fiebre. (No se debe administrar aspirina a niños debido al riesgo de síndrome de Reye).
- Hidratación: Es fundamental beber muchos líquidos para evitar la deshidratación, incluso si tragar es doloroso.
- Descanso: El descanso ayuda al cuerpo a recuperarse.
- Evitar irritantes: Se deben evitar el humo de cigarrillos y otras sustancias que puedan irritar la boca y la garganta.
Cuándo consultar al médico
- Si el niño tiene menos de seis meses de edad.
- Si el niño tiene un sistema inmunitario debilitado.
- Si presenta signos de deshidratación (boca seca, ojos hundidos, orinar menos de lo normal).
- Si la irritabilidad es extrema, el niño parece muy apático o los síntomas empeoran.
- Si las llagas en la boca o el dolor de garganta son tan intensos que le impiden beber líquidos.