La reciente actuación del presidente Joe Biden en el debate presidencial ha generado una crisis política, poniendo en el centro de atención a su círculo más cercano. Este grupo íntimo de asesores y familiares es fundamental en las decisiones del mandatario, quien podría optar por retirarse de la carrera electoral o buscar una recuperación que lo lleve a la victoria.
Joe Biden, de 81 años, se apoya en un reducido número de personas en las que confía plenamente. Entre ellos están su esposa Jill Biden, su hermana Valerie Biden Owens y su hijo Hunter Biden, quienes desempeñan roles clave tanto en su vida personal como profesional.
Jill Biden, la primera dama, ha intensificado su apoyo al presidente. Según fuentes de EFE, ella ha sido un pilar fundamental, motivando a Biden a continuar con su campaña de reelección a pesar de las críticas.
Jill cree firmemente en las capacidades de su esposo para vencer a Trump y asegura que sería la primera en aconsejarle retirarse si no lo viera posible.
Tras el debate, la primera dama contó en un evento de recaudación cómo Biden le confesó que no se sintió bien durante el encuentro con Trump, a lo que ella respondió que “no permitirían que 90 minutos definieran cuatro años de presidencia”.
Sus hermana y su hijo
Valerie Biden Owens, la hermana del presidente, ha sido su directora de campaña en múltiples ocasiones desde los años 70 hasta su candidatura presidencial en 2020. Valerie ha sido un apoyo constante para Biden, especialmente tras la trágica muerte de su primera esposa e hija en 1972.
Aunque apoya la continuación de su hermano en la carrera, también ha manifestado preocupación por las posibles repercusiones en su salud y legado, según información de Politico.
Hunter Biden, hijo del presidente, ha reforzado su presencia en la vida de su padre desde el debate. A pesar de los problemas legales y personales, incluyendo juicios por posesión ilegal de armas y su lucha contra la adicción, Hunter ha estado presente en reuniones cruciales de la Casa Blanca, mostrando un firme respaldo a la campaña de Biden.
Sus asesores
Ted Kaufman, uno de los consejeros políticos más cercanos a Biden, también juega un papel esencial. Kaufman ha estado junto a Biden desde su campaña al Senado en 1972 y lo reemplazó en el Senado cuando Biden se convirtió en vicepresidente en 2008. Valerie describe a Kaufman como la “brújula” de Biden, resaltando su sabiduría y lealtad.
Ron Klain, ex jefe de gabinete de la Casa Blanca y actual director jurídico de Airbnb, es otro asesor influyente. Klain ha colaborado con Biden desde sus días en el Senado y fue crucial en la preparación del presidente para el debate, junto con Anita Dunn y Mike Donilon.
Mike Donilon, abogado y estratega político, ha sido un asesor cercano de Biden desde 1982. Donilon ha trabajado en todas las etapas de la carrera política de Biden, incluyendo su vicepresidencia y la campaña de 2020. Es el principal responsable de los discursos del presidente y diseñó el mensaje político de la campaña contra Trump, centrado en la defensa de la democracia.
El futuro de la campaña de Biden depende en gran medida de las decisiones tomadas por este círculo íntimo. Con la actual crisis política, su influencia será determinante para que el presidente siga adelante con su candidatura o considere otros caminos.