
Un alto funcionario surcoreano aseguró este jueves que Corea del Norte opera al menos cuatro instalaciones de enriquecimiento de uranio, lo que refuerza las evaluaciones de expertos internacionales que señalan la existencia de múltiples plantas nucleares clandestinas, además del conocido complejo de Yongbyon, situado a unos 100 kilómetros al norte de Pyongyang.
El ministro de Unificación de Corea del Sur, Chung Dong-young, explicó que las centrifugadoras en estas instalaciones “funcionan todos los días”, aunque evitó precisar la ubicación de los otros centros no declarados. El funcionario subrayó la urgencia de frenar el programa nuclear norcoreano, que continúa en expansión bajo las órdenes de Kim Jong Un.
Un arsenal en crecimiento
De acuerdo con Chung, el Norte podría contar con 2.000 kilos de uranio altamente enriquecido, aunque posteriormente el ministerio aclaró que esa estimación provenía de expertos civiles y no de inteligencia. Si se confirma, representaría un aumento considerable frente a las cifras de 2018, cuando investigadores de la Universidad de Stanford, incluido el físico nuclear Siegfried Hecker, calculaban entre 250 y 500 kilos, suficientes para producir unas 25 a 30 armas nucleares.
Las armas atómicas pueden fabricarse con uranio altamente enriquecido o con plutonio, y Corea del Norte posee instalaciones para producir ambos materiales en Yongbyon. El año pasado, Pyongyang difundió imágenes de lo que aseguró era una nueva planta de enriquecimiento de uranio, aunque su ubicación y características no han sido verificadas.
Expertos extranjeros creen que el régimen de Kim ha construido sitios adicionales ocultos, aprovechando que las centrifugadoras de uranio pueden operar de manera clandestina y subterránea, a diferencia de los reactores de plutonio, más visibles por su tamaño y emisiones de calor.
Estimaciones y dudas
La cantidad exacta de armas nucleares norcoreanas sigue siendo incierta. En 2018, un funcionario de Seúl estimó que Pyongyang poseía entre 20 y 60 bombas, aunque algunos analistas creen que la cifra podría superar el centenar. Se calcula que Corea del Norte podría producir entre seis y 18 nuevas armas cada año, dependiendo de su capacidad real de enriquecimiento y producción.
Diplomacia estancada
Los esfuerzos internacionales para detener el programa nuclear norcoreano están paralizados desde 2019, cuando fracasó la cumbre entre Kim Jong Un y el presidente estadounidense Donald Trump. En aquella ocasión, Kim ofreció desmantelar Yongbyon a cambio de un amplio alivio de sanciones, pero Washington rechazó la propuesta por considerarla insuficiente.
Desde entonces, Pyongyang ha evitado el diálogo con Seúl y Washington, concentrándose en pruebas de misiles y el perfeccionamiento de su arsenal nuclear. Aunque Trump ha reiterado su interés en reanudar conversaciones con Kim, el líder norcoreano insiste en que no entregará sus armas nucleares como condición previa para negociar.
Analistas coinciden en que Kim podría utilizar su creciente arsenal como herramienta de presión en futuras negociaciones, buscando un alivio de sanciones y mejores relaciones con Estados Unidos, a cambio de concesiones parciales en sus programas atómico y misilístico.