El Tribunal Supremo Popular de Cuba informó este lunes que el exministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, fue condenado a cadena perpetua por varios delitos, entre ellos espionaje, cohecho, sustracción y daño de documentos u otros objetos.
Los jueces también lo hallaron culpable de daño de documentos u otros objetos en custodia oficial, así como de violación de los sellos oficiales e infracción de las normas de protección de documentos clasificados, de acuerdo con una nota del tribunal difundida en medios oficiales.
El exministro y exviceprimer ministro, considerado el más alto cargo político condenado en Cuba en al menos 15 años, fue juzgado por estos delitos en un primer proceso celebrado en La Habana, entre el 11 y el 13 de noviembre.
Además a Gil se le juzgó en un segundo proceso, celebrado entre el 26 y el 29 de noviembre, por los delitos de cohecho para cometer falsificación de documentos públicos, tráfico de influencias y evasión fiscal, los tres con carácter continuado. Por esta causa se le condenó a 20 años de prisión, indicó el tribunal.
Ambas sentencias pueden ser recurridas en un plazo de diez días, apuntó el tribunal.
Investigación por corrupción desde 2022
El condenado, explicó el comunicado, “mediante un actuar corrupto y simulador, se aprovechó de las facultades otorgadas por las responsabilidades que asumió para obtener beneficios personales, recibiendo dinero de firmas extranjeras y sobornando a otros funcionarios públicos para legalizar la adquisición de bienes”.
Además, prosiguió la nota, “engañó a la dirección del país y al pueblo que representaba, generando, con ello, daños a la economía” e “incumplió procesos de trabajo con la información oficial clasificada que manejaba, la sustrajo, la dañó y finalmente la puso a disposición de los servicios del enemigo”.
El Tribunal Supremo Popular consideró que estos “comportamientos altamente lesivos” hacen merecedor al investigado de una “respuesta penal severa” al dejar establecido que “la traición a la Patria es el más grave de los crímenes y quien la comete está sujeto a las más severas sanciones”.