Al menos dos personas resultaron heridas este domingo al impactar dos cohetes contra la base militar de Al Balad, situada unos 60 kilómetros al norte de Bagdad, donde se encuentran estacionadas tropas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos que lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El comandante de la base aérea Al Balad, Diaa Mohsen, dijo a la agencia de noticias iraquí INA que ‘dos personas resultaron heridas al impactar dos cohetes dentro de la base’.
La fuente indicó que ‘uno de los heridos resultó gravemente herido, mientras que el otro resultó levemente herido’ y señaló que el impacto de los cohetes ‘no ocasionó daños materiales dentro de la base’.
Por su parte, una fuente de seguridad que pidió el anonimato dijo a Efe que los heridos son dos empleados iraquíes que trabajaban para una compañía estadounidense especializada en el mantenimiento de aviones de combate F-16.
De acuerdo con la fuente, tres cohetes de tipo Katiusha impactaron contra las instalaciones de la empresa, mientras que un cuarto cayó en una zona desértica.
Al Balad, ubicada en la provincia de Saladino, en el centro de Irak, y una de las más grandes del país, ha sido en el último año objeto de ataques con cohetes y con proyectiles de mortero, dado que contaba con presencia de tropas estadounidenses y contratistas norteamiercanos, aunque éstas se retiraron hace alrededor de un año.
Hasta el momento ningún grupo ha reivindicado la acción, aunque los ataques contra instalaciones con presencia estadounidense han sido recurrentes en el último año desde que el comandante iraní Qasem Solemaní fuera asesinado en un bombardeo selectivo de EE.UU en enero de 2020 en Bagdad.
Washington acusa directamente a milicias iraquíes respaldadas por Irán, que en múltiples ocasiones han negado su implicación en estos ataques aunque exigen la salida de las tropas norteamericanas del país.
La semana pasada, un ataque con un dron no dejó víctimas en el aeropuerto internacional de Erbil, la capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, donde se encuentran tropas norteamericanas.
A principio de mes, tras un nuevo ataque sin víctimas contra otra base norteamiercana, el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, advirtió que su país ‘atacará si es necesario’ en represalia por estas agresiones.