Según información del sitio de seguimiento de aeronaves Flight Radar, al menos dos Boeing EA-18G Growler y tres Boeing F/A-18E Super Hornet de la Marina de Estados Unidos se encuentran frente a las costas de Caracas, en lo que representa una nueva escalada de tensiones entre Washington y el Gobierno venezolano.
El Boeing F/A-18E Super Hornet es un avión de combate multifunción diseñado para operar desde portaaviones. Cuenta con doble motor y estructura reforzada, lo que le permite ejecutar misiones de superioridad aérea, ataque a objetivos terrestres, reconocimiento y guerra electrónica.
Por su parte, el Boeing EA-18G Growler es una aeronave especializada en guerra electrónica, derivada del F/A-18F Super Hornet. Está equipada con sistemas avanzados para interceptar, bloquear y neutralizar radares y comunicaciones enemigas, facilitando la supresión de defensas aéreas adversarias.
Contexto regional y operaciones recientes
El despliegue ocurre horas después de que el ejército estadounidense informara que, como parte de sus operaciones contra el narcotráfico en Centroamérica, ejecutó un “ataque cinético” contra una embarcación acusada de contrabando de drogas en el Pacífico oriental, causando la muerte de cuatro personas.
Con esta acción, el número de ataques contra embarcaciones asciende a 26, con al menos 99 fallecidos, según cifras de la administración del presidente Donald Trump, quien ha justificado estas operaciones como una escalada necesaria para frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos.
Trump insiste en uso de la fuerza sin aval del Congreso
Este jueves, Trump reiteró que no necesita autorización del Congreso para realizar bombardeos contra intereses del narcotráfico ubicados en territorio venezolano, aunque aseguró que no tendría inconvenientes en informar previamente al poder legislativo.
“No tengo por qué decírselo, ya está comprobado”, expresó el mandatario durante un acto en la Casa Blanca, al tiempo que advirtió que EE. UU. podría iniciar ataques sobre “objetivos terrestres” en Venezuela.
Disputa por activos petroleros y nuevas sanciones
En paralelo, Trump exigió que Venezuela devuelva activos que, según afirmó, fueron incautados ilegalmente a empresas petroleras estadounidenses. También defendió su anuncio de un bloqueo a buques petroleros que se dirijan hacia o desde el país sudamericano, como parte del endurecimiento de las sanciones.
“Se llevaron todos nuestros derechos energéticos… y lo queremos de vuelta”, declaró Trump, responsabilizando a gobiernos anteriores por no actuar con mayor firmeza ante las nacionalizaciones impulsadas durante los mandatos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
El asesor presidencial Stephen Miller calificó dichas nacionalizaciones como un “robo”, al asegurar que los recursos obtenidos habrían financiado actividades criminales y terroristas.
