
La confirmación del inicio de un acuerdo de paz para la Franja de Gaza se difundió rápidamente entre las familias de los rehenes aún cautivos en el enclave palestino. La noticia trajo consigo una mezcla de alivio, esperanza y temor. En Israel, los allegados de los secuestrados esperaban con ansiedad detalles concretos sobre la liberación. La posibilidad del regreso de los detenidos despierta emoción, pero también una creciente preocupación ante las demoras en la aprobación final del tratado.
El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, principal organización que representa a los parientes de los secuestrados, celebró el entendimiento alcanzado en Egipto entre Israel y Hamas. El acuerdo contempla la liberación de 48 rehenes en manos del grupo palestino, de los cuales aproximadamente una veintena se encuentra con vida.
En un comunicado citado por la agencia EFE, el colectivo instó al gobierno de Benjamín Netanyahu a aprobar sin dilaciones la implementación del pacto. “El gobierno israelí debe reunirse de inmediato para aprobar el acuerdo. Cualquier retraso podría tener graves consecuencias para los rehenes y los soldados”, expresaron los familiares en la declaración publicada tras el anuncio diplomático.
El Foro enfatizó que su objetivo no es solo el regreso de los secuestrados vivos, sino también la repatriación de los fallecidos. “El acuerdo devolverá a todos los rehenes: los vivos para su rehabilitación con sus familias, y los fallecidos para un entierro digno en su patria”, remarcaron.
Para los familiares, que han atravesado meses de angustia e incertidumbre, este desenlace representa un avance significativo y abre una puerta a la esperanza. Sin embargo, insistieron en que la lucha colectiva no ha terminado. Según expresaron, la misión concluirá únicamente cuando el último rehén haya sido liberado.
La reacción de los allegados no se limitó a comunicados. Diversos familiares expresaron públicamente sus emociones encontradas luego de conocerse las primeras fases del acuerdo. Alivio, tensión, gratitud y exigencia marcaron sus testimonios.
El papel de Estados Unidos en las negociaciones fue destacado de manera recurrente. Tanto en declaraciones institucionales como en mensajes personales, se subrayó la intervención del expresidente Donald Trump y de su equipo como piezas clave en el avance del diálogo.