Nueva York – Poco después del embate del huracán María en Puerto Rico, en el 2017, cuando aún varias zonas de la isla permanecían incomunicadas, José Luis Rodríguez, experto en telecomunicaciones y exejecutivo de medios, lideraba esfuerzos para instalar equipos de tecnología satelital.
Rodríguez, hoy miembro de la Junta de Directores de la organización sin fines de lucro “Caribbean Preparedness and Response” (CPR), sabía que en momentos de emergencia por desastres el activo más importante es la comunicación.
El también fundador de la cadena de televisión pública HITN -TV, con sede en Nueva York, indicó en entrevista exclusiva con este periódico que en municipios como Aguadilla, en el oeste de Puerto Rico, las gestiones facilitaron que decenas de boricuas pudieran retirar dinero de cajeros automáticos.
“En Aguadilla, para darte un ejemplo bien concreto, tardó como tres meses y medio o cuatro meses para que las personas pudieran sacar dinero en una ATM (cajero automático) dinero. Nosotros fuimos los que pusimos la primera antena en tres cooperativas para que la gente pudiera sacar dinero, porque no tenían forma; tenían que irse a otros pueblos…”, contó a El Diario el portavoz de la entidad.
Una de las salvaguardas para retomar las comunicaciones en medio de la secuela por la tormenta fueron equipos y sistemas satelitales que permitieron, entre otras cosas, que boricuas se contactaran con parientes en la diáspora, confirmó Rodríguez.
“La industria de satélite ayudó. Muchas empezaron a funcionar temporeramente con base en la señal de satélite o con la conexión satelital que tenían, porque hasta la fibra submarina se cayó; se arrancó en algunos lugares…”, recordó.
En el caso de la iniciativa de Rodríguez, fueron las organizaciones sin fines de lucro las que empezaron a pagar por el equipo.
“En (la isla municipio de) Culebra, por ejemplo, yo monté un sistema satelital en la clínica, en la Policía, en una finca privada, en una escuela. O sea, nosotros conectamos los lugares más claves de allí…”, relató.
Por otro lado, luego del paso del fenómeno atmosférico, las autoridades federales, a través del Ejército de Estados Unidos, enviaron teléfonos satelitales a la isla para ayudar a las zonas incomunicadas. Además, se instalaron estaciones celulares satelitales de emergencia (COLT) en varios pueblos.
Sobre esto, Rodríguez señaló que, aún con el suministro del equipo, no dio abasto para responder a las necesidades de los boricuas.
“La situación en Puerto Rico estaba tan y tan mal que nosotros teníamos una conexión directa con FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Desastres)…sobre la cuestión de telecomunicaciones. En Puerto Rico, lo único que habían pedido eran 300 teléfonos satelitales. Los teléfonos satelitales son una buena solución a nivel mundial para emergencias pero los primeros dos días…”, explicó.
¿Qué son los sistemas satelitales?
Los sistemas satelitales son una tecnología de comunicación que permite transmitir información a través de satélites artificiales que giran alrededor de la Tierra. Los satélites pueden utilizarse para facilitar la comunicación a través de Internet, radio y telefonía, entre otros.
Los satélites de telecomunicación transmiten las señales de radiofrecuencia desde la Tierra al satélite y retransmiten desde el satélite hacia la Tierra. Los satélites utilizan diferentes tipos de bandas de frecuencia para poder funcionar correctamente.
Un reporte de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, publicado el 3 de septiembre de 2018, confirmó los retos que enfrenta la isla en términos de las telecomunicaciones, particularmente después del huracán María.
El estudio “Desafíos de la comunicación en un país incomunicado: Puerto Rico y el huracán María” detalla que, varias semanas después de la tormenta, decenas de boricuas continuaban incomunicados.
“Al día siguiente del huracán, el 95.2% de las torres celulares de la isla estaban fuera de servicio (FCC, septiembre de 2017). La incomunicación del país cristalizó una emergencia comunicativa histórica que se reseñó en la prensa como ‘angustiante incomunicación’, ‘grave situación’, ‘un complejo escenario’, ‘el colapso de las telecomunicaciones’ y ‘una destrucción sin precedentes’…”, destaca el informe citando varias reseñas periódísticas.
El documento añade, haciendo referencia a datos de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), que, tres meses después del fenómeno, 72 estaciones de televisión y 54 estaciones de radio permanecían aún fuera del aire, y pueblos como Aguas Buenas, Barranquitas, Cidra, Corozal, Culebra, Maunabo, Naguabo, San Lorenzo, Utuado, Vieques y Yabucoa tenían más del 50% de sus torres celulares fuera de servicio.
“Ante el panorama de desolación, el Gobierno estableció el Centro de Operación de Emergencia (COE), en Miramar, y desde allí un centro para transmitir mensajes al país, que se desvanecían ante la realidad de un receptor lastimado y aislado”, resalta el texto.
Rodríguez acudió a las autoridades en Nueva York
La gravedad del panorama, que ya Rodríguez había anticipado, lo llevó a afianzar su relación con miembros de la diáspora en estados como Nueva York para impulsar programas de preparación y respuesta de emergencia que también impactaran a la isla.
“En Nueva York, nosotros estamos colaborando de cerca con la Universidad de Albany (SUNY), que es una de las primeras tres en Estados Unidos en preparación y respuesta de emergencia y ciberseguridad. El presidente de la Universidad es puertorriqueño (Havidán Rodríguez) y nos ayudó con el decano de esa escuela para que fueran parte de esta red. La universidad de SUNY Erie en Buffalo junto con una entidad hispana también va a ser parte…”, enumeró sobre el avance de la red.
Los esfuerzos se espera que beneficien próximamente a otras organizaciones en Long Island; y en las ciudades de Rochester y Utica, entre otros lugares, según adelantó el entrevistado.
Rodríguez además estableció vínculos con miembros de sectores como el académico para alcanzar de manera más permanente a comunidades en la isla.
Con ese fin fue que se creó CPR, siglas en inglés que juegan con las que hacen referencia al tratamiento de emergencia conocido como reanimación cardiopulmonar o RCP, en español.
El CPR surgió como organización sin fines de lucro en el 2018, aproximadamente un año después de María para preparar a la isla de cara a eventuales emergencias como tormentas y terremotos mediante la facilitación de las telecomunicaciones.
La “llamada de atención” o “wake up call” fue el desenlace de los huracanes María e Irma; este último se reportó días antes que el más devastador.
Estas tormentas destruyeron la infraestructura de comunicaciones que principalmente se basa en cables de fibra óptica o inalámbricas terrestres que utilizan postes de energía eléctrica y los colocados bajo tierra, o torres que pueden ser impactadas por fuertes vientos.
Para Rodríguez y el resto de los miembros de la Junta de Directores de CPR, la solución está en diversificar la tecnología con sistemas satelitales.
“Empezamos a vender esa idea allá, y el estado de NY nos las compró primero que Puerto Rico”, contrastó.
Digital Communications Centers / Community Hubs, DCC
Lo anterior se busca alcanzar por medio de lo que llaman Centros de Comunicación Digital / Centros comunitarios (Digital Communications Centers / Community Hubs, DCC).
“La infraestructura tiene que estar ahí primero para que haya comunicación. Entonces, nosotros nos organizamos para eso”, afirmó.
“Nosotros empezamos en el estado de NY que fue el que más ayudó; empezamos a hablarle al estado de NY, y el estado vio con buenos ojos que nosotros hiciéramos este proyecto. Y creamos los Digital Communications Centers. El estado de NY nos dio recursos para montar ocho de estos lugares…Los estamos capacitando con conectividad resiliente, no solamente terrestre, sino satelital”, abundó.
“Si es tan esencial este tipo de comunicación, ¿por qué es que hay tanto desconocimiento?”, indagó El Diario.
“Esa es la pregunta clave. ¿Por qué pasa eso? Tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico, las industrias que dominan son las telefónicas, y ellos dependen de los sistemas terrestres. El satélite es un competidor; por lo tanto, a ellos no le interesa que el satélite esté ahí. Sin embargo, el Gobierno tiene la responsabilidad no necesariamente tener lo que la industria quiere. Tiene que apoyar a la industria, pero también tiene que tener una alternativa…”, respondió.
En Puerto Rico también se planean habilitar DCCs; cada uno con sus particularidades.
En la isla, todos deberán contar con sistemas de energía renovable / solar en caso de que se vaya la luz, realidad casi cotidiana de los boricuas.
“Nosotros vamos a tener reserva de agua. En Puerto Rico, eso es crítico. Vamos a tener neveras para que las comunidades vengan y tengan sus medicamentos. Hay una serie de cosas que en Puerto Rico van a haber que no necesariamente van a estar en los centros en Nueva York”, agregó.
La meta a largo plazo es convertir espacios ocupados por organizaciones sin fines de lucro o entidades educativas en centros con múltiples funcionalidades que van desde el desarrollo de sistemas para crear contenido de podcasting hasta manipulación de drones para intercambiar información en escenarios de emergencia, y talleres de salud mental.
“Primero la pueden usar para mantener a la gente informada capacitada para desarrollo de fuerza laboral…telemedicina. Nosotros tenemos programado hacer sesiones de salud mental…La gente habla de luz y agua, que es importante; pero, después de eso, viene la salud mental. Las personas tienen un problema terrible y el contacto con los familiares es una de las cosas más importantes para ayudar a esa salud mental”, mencionó Rodríguez.
El portavoz aclaró que CPR, que también cuenta con oficinas en NY, no construye los espacios, sino que los habilita con el respaldo de organizaciones existentes.
“Nosotros le ayudamos a conseguir el equipo, se lo instalamos y ellos nos dan el espacio y tienen más de un salón donde ubican estos equipos y lo utilizan para que la comunidad venga y tenga eventos y actividades en ese lugar”, especificó.
Una conectividad resiliente
La clave en todos los espacios es la conectividad resiliente.
“Lo primero es la conectividad resiliente…que tenga más de una forma de conectividad. El satélite tiene que estar ahí de seguro…Lo otro que hacemos es un centro de aprendizaje. Ese centro utiliza tecnología avanzada de telecomunicaciones que incluye videoconferencias, manejo de redes…Nosotros diseñamos el centro para que la tecnología facilite la mayor interactividad y participación de la comunidad”, resumió.
El mes pasado, en el marco de la conferencia SOMOS en Puerto Rico, la gobernadora del estado de NY, Kathy Hochul, anunció nuevos movimientos para fortalecer la asociación entre el estado y la isla.
Uno fue la asignación de $300,000 dólares para Caribbean Preparedness & Response, Inc. y $1 millón para la educación artística de jóvenes a través del Fondo de Artes Flamboyán.
Con respecto a CPR, la gobernadora destacó que los fondos son para ayudar a la isla en la preparación para huracanes, basándose en una colaboración existente entre el estado y CPR.
¿Para qué se usarán los $300,000 que gobierno del estado de NY asignó a CPR?
Rodríguez reveló que la intención, una vez los fondos sean desembolsados, es desarrollar unos 13 espacios o DCC en distintos municipios.
Como anticipo, dijo que uno será en el Colegio de Mayagüez de la UPR a través de una asociación con el Instituto Universitario para el Desarrollo de las Comunidades.
“Ahora vamos a poder costear a estas personas que se necesitan, no solo para que nos ayuden a planificar cuando no hay desastre; cuando haya desastre, que esté todo coordinado, no solamente desde un punto de vista tecnológico, porque ya lo hemos diseñado así…”, adelantó.
“Estamos identificando los lugares más vulnerables para convertirlos en espacios equipados con sistemas de telecomunicaciones”, puntualizó.