George Floyd “cambiará el mundo”, aseguró este martes su hija Gianna, quien será recibida con su familia por Joe Biden en la Casa Blanca en el primer aniversario de la muerte del afroestadounidense a manos de un policía blanco y en momentos en que el proyecto de ley contra la violencia policial está atascado en el Senado.
Asesinado el 25 de mayo de 2020 en Minneapolis durante su detención por cuatro agentes de policía, Floyd se ha convertido en un símbolo en Estados Unidos y más allá.
En esa ciudad del noreste del país, la tensión se mantenía alta este martes: una persona resultó herida por disparos en el lugar de la muerte de Floyd, donde la gente se congregó al cumplirse un año del drama.
Poco antes de las 10H00 locales, varias detonaciones sembraron el pánico y la gente corrió en busca de refugio, constató un fotógrafo de AFP. Varias vitrinas fueron destrozadas por balazos.
Portavoces de la lucha
El calvario de Floyd provocó una movilización sin precedentes y su “ya no puedo respirar” se convirtió en un grito de guerra contra el abuso policial.
La justicia avanza: Derek Chauvin, el agente que se arrodilló sobre el cuello de Floyd durante casi diez minutos, fue condenado por asesinato.
La sentencia se conocerá el 25 de junio, pero los miembros de la familia Floyd, que se han transformado en portavoces de esta lucha, insisten en que las cosas deben cambiar en profundidad y presionan para que el Congreso apruebe un amplio proyecto de ley de reforma policial que lleva su nombre.
George Floyd “cambiará el mundo”, dijo Gianna durante una reunión con la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.
“Están decididos a que algo suceda”, dijo la legisladora. “Ahora van a la Casa Blanca, que es un verdadero símbolo de la estima que tenemos por ellos”.
“Trabajaremos hasta que la tarea esté terminada, se hará por consenso” con los republicanos, dijo la diputada demócrata Karen Bass.
Los familiares de George Floyd visitarán luego la “Black Lives Matter Plaza” al final de la tarde, que se ha convertido en un lugar de concentración y memoria en la capital.
“Una auténtica conversación”
Por ahora, el ejecutivo estadounidense busca poner de relieve la empatía del presidente en lugar de la agenda legislativa.
El 25 de mayo de 2020 “fue un día que tuvo un gran impacto en él y en millones de estadounidenses”, dijo la portavoz del mandatario, Jen Psaki, quien agregó que Biden quedó marcado por el “coraje y la simpatía” de la familia de Floyd, en particular de su hija Gianna.
“Me gustaría estar con ustedes y tomarlos en mis brazos”, lanzó durante una conversación telefónica con ellos poco después del anuncio en abril del fallo en el juicio a Chauvin, que mantuvo a Estados Unidos en vilo.
La reunión del martes se llevará a cabo a puertas cerradas en la Casa Blanca, para permitir “una auténtica conversación”.
Lentitud legislativa
En el frente legislativo las cosas son mucho más lentas.
En su primer gran discurso ante el Congreso a fines de abril, Biden pintó la imagen de un Estados Unidos nuevamente en pie después de una serie de grandes crisis.
Pidió entonces al Congreso que aprobara un proyecto de ley de reforma policial que lleva el nombre de George Floyd en el primer aniversario de su muerte.
Pero la ley “George Floyd Justice in Policing Act” todavía es debatida por el Senado.
El texto, adoptado por la Cámara de Representantes, prevé en particular la prohibición del estrangulamiento y tiene como objetivo limitar la amplia inmunidad (”inmunidad calificada”) de la que disfrutan los agentes policiales.
Psaki admitió que “el cronograma para la aprobación de la ley no se mantendrá”, pero enfatizó que Biden se dijo satisfecho por los avances en curso.
“Nuestra nación está despertando a la realidad que los estadounidenses negros viven a diario; cambiar esta realidad no es una tarea imposible”, tuiteó el senador demócrata Cory Booker, quien también se reunirá, junto con su par republicano Tim Scott, con la familia Floyd.
Considerado un hombre de diálogo, capaz de llegar a acuerdos con los republicanos, Biden, que fue senador durante 38 años, sabe que se juega gran parte de su capital político en este tema, al igual que su plan de inversión masiva en infraestructura, que también enfrenta serios obstáculos en el Capitolio.
Mientras continúa el debate para una ley federal, algunas localidades están intentando adoptar normas para reducir el riesgo de abusos policiales, por ejemplo disponiendo que los oficiales que estén a cargo de la seguridad vial no porten armas.