El 7 de diciembre de 1941, hace exactamente 82 años, el mundo presenció un evento que cambió el curso de la historia. Japón llevó a cabo un devastador ataque a la base naval de Pearl Harbor en Hawái, dejando un saldo de 2403 estadounidenses muertos y 1178 heridos. Este trágico suceso, conocido como el Ataque a Pearl Harbor, se convirtió en un punto de inflexión en la historia de los Estados Unidos y desencadenó su entrada en la Segunda Guerra Mundial.
El Ataque a Pearl Harbor fue un evento sorprendente que conmocionó al mundo. Japón buscaba con esta acción preventiva evitar la intervención de la Flota del Pacífico de los Estados Unidos en las acciones militares planificadas por el Imperio del Japón en el Sureste Asiático contra las posesiones ultramarinas de potencias como el Reino Unido, Francia, Países Bajos y los propios Estados Unidos.
Por qué Pear Harbor?
Pearl Harbor, un puerto natural en la isla de Oahu, Hawái, albergaba la base naval de la Armada de los Estados Unidos, donde operaba el cuartel general de la Flota del Pacífico. Aunque los japoneses evitaron atacar ciertas instalaciones estratégicas como la central eléctrica, el astillero y los depósitos de combustible y torpedos, el daño y la sorpresa fueron inmensos. Las impactantes imágenes de los barcos en llamas y el humo llenando el cielo de Hawái quedaron grabadas en la memoria colectiva de los estadounidenses.
El entonces presidente Franklin D. Roosevelt declaró el 7 de diciembre como «un día que vivirá en la infamia» y solicitó al Congreso la declaración de guerra contra Japón. Esta declaración marcó la entrada oficial de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, un conflicto que tendría repercusiones globales y cambiaría la historia del mundo.
El ataque a Pear Harbor también tuvo un impacto en Japón. Las pérdidas japonesas incluyeron 29 aeronaves y cinco minisubmarinos, además de 65 bajas militares entre muertos y heridos. Uno de los tripulantes de los minisubmarinos, Kazuo Sakamaki, fue capturado.
Sin embargo, este trágico evento no solo fue un momento de pérdida y destrucción, sino que también unió a la nación estadounidense. Despertó un espíritu de patriotismo y un llamado a la acción. Miles de jóvenes estadounidenses se enlistaron en las fuerzas armadas para defender su país y luchar en la Segunda Guerra Mundial.