Taiwán enviará a su armada si es necesario para ayudar a la guardia costera a responder a cualquier actividad sospechosa cerca de los cables de comunicación submarinos, declaró el jueves el ministro de Defensa, Wellington Koo, después de que se sospechara que un barco vinculado a China había dañado uno de ellos.
Taiwán declaró que un barco propiedad de una empresa de Hong Kong, el Shunxin 39, pero registrado tanto en Camerún como en Tanzania, dañó un cable al norte de la isla a principios de mes, aunque afirma que no ha podido verificar las intenciones del barco y que no pudo abordarlo debido al mal tiempo.
El propietario del barco ha negado su implicación, y el gobierno chino ha dicho que Taiwán estaba inventando acusaciones antes de que los hechos estuvieran claros.
El incidente ha alarmado especialmente a Taiwán, dado que se ha quejado repetidamente de las actividades chinas en la “zona gris” en torno a la isla. Este término hace referencia a actividades que, aunque no constituyen un conflicto armado directo, buscan desestabilizar o ejercer presión sobre la isla. Cómo por ejemplo, los sobrevuelos en globo y el dragado de arena.
En declaraciones a los periodistas en el Parlamento, Koo dijo que las fuerzas armadas se coordinarían estrechamente con la guardia costera y ayudarían a vigilar las zonas donde se encuentran los cables marítimos.
“Cuando ocurra algo, la guardia costera saldrá primero, y si es necesario la armada cooperará inmediatamente si se requiere una respuesta”, añadió.
También en declaraciones a los medios en el Parlamento, el director general de la Oficina de Seguridad Nacional de Taiwán (NSB, por sus siglas en inglés), Tsai Ming-yen, dijo que el gobierno ya ha activado un mecanismo con “amigos internacionales” para intercambiar información sobre las actividades marítimas chinas en la “zona gris”, aunque no dio detalles.
Taiwán se centrará en los barcos con banderas de conveniencia y en cómo China podría estar utilizándolos en las aguas que rodean la isla, dijo Tsai.
Los buques con bandera de conveniencia son aquellos que operan bajo la bandera de un país distinto al de sus propietarios. Esta práctica, aunque legal, a menudo se asocia con actividades ilícitas, como el contrabando, la pesca ilegal y, en este caso, posibles actos de sabotaje.
Taiwán ha señalado similitudes entre lo que experimentó y los daños a los cables submarinos en el mar Báltico tras la invasión rusa de Ucrania.
Medidas reforzadas
Taiwán ha decidido implementar medidas más estrictas de vigilancia y control sobre los buques que operan bajo banderas de conveniencia y que estén vinculados al régimen chino. Según informó la NSB estas embarcaciones serán inspeccionadas si se aproximan a 24 millas náuticas (44 kilómetros) de la isla o si navegan cerca de los cables submarinos que conectan a Taiwán con el resto del mundo.
La NSB destacó que, aunque estas embarcaciones tienen derecho al “tránsito inocente” en aguas taiwanesas, su comportamiento reciente ha generado preocupaciones de seguridad.
Las autoridades taiwanesas han establecido que cualquier buque sospechoso será objeto de inspecciones exhaustivas. En caso de detectar actividades ilegales, se procederá a recopilar pruebas, confiscar bienes, realizar investigaciones y reclamar daños, según detalló la NSB en su informe.
Además, Taiwán ha implementado un sistema de notificación que opera las 24 horas del día para monitorear el estado de sus cables submarinos. Este sistema permitirá detectar cualquier anomalía o posible amenaza en tiempo real.
Asimismo, se han designado zonas de advertencia en las áreas cercanas a los puntos de conexión de estos cables, con el objetivo de prevenir incidentes similares al ocurrido recientemente.
Taiwán cuenta con catorce cables submarinos internacionales y diez nacionales, que son fundamentales para garantizar la conectividad de la isla con el resto del mundo. Estos cables no solo son esenciales para las comunicaciones cotidianas, sino que también desempeñan un papel crucial en la economía digital y en la seguridad nacional. Cualquier interrupción en su funcionamiento podría tener consecuencias muy negativas para el país.