23 de diciembre de 2024

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33 meses de prisión a ex-policía dominicano por tráfico de droga en New York

El ex policía dominicano del NYPD, Amaury Abreu fue sentenciado a 33 meses por tráfico de 500 kilos de cocaína y filtrar información a la narco banda a la que pertenecía.

NUEVA YORK._ Amaury Abreu, un ex oficial dominicano del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), fue sentenciado a 33 meses en una cárcel federal por participar en una narco banda internacional  que traficó 500 kilos de cocaína desde República Dominicana y México a Nueva York, y filtraba informaciones a los miembros de la organización.

Abreu de 38 años de edad, fue condenado  después de que un juez de la corte federal en Brooklyn dijera que traicionó la confianza sagrada dada a los oficiales de policía.

El ex policía era un  veterano con 11 años en el NYPD y  tenía una vida secreta como confidente cercano del líder de la narco banda que traficaba los cientos de kilos de cocaína desde la República Dominicana a la ciudad de Nueva York y Long Island.

Abreu participó personalmente en una transacción de un kilo en 2016 y ayudó a la red de drogas al acceder a una base de datos de arrestos del NYPD para verificar si un miembro de la pandilla tenía una orden de arresto en su contra unos días antes de que el hombre viajara a República Dominicana, dijeron los fiscales.

También proporcionó al líder de la red, Ramón Romero, información sobre una operación policial contra miembros de una red de narcotráfico rival, y le proporcionó una matrícula para ayudarlo a evitar la atención policial, dijeron los federales. Romero se declaró culpable de conspiración para importar narcóticos en junio.

Abreu, que trabajaba en el cuartel 113 de Queens, fue arrestado en noviembre de 2020 y se declaró culpable de un cargo de conspiración para traficar narcóticos en 2023  y se retiró de la policía ese mismo año.

En una súplica de clemencia al tribunal, Abreu pidió tres meses de arresto domiciliario y dijo que sentía tremendo remordimiento, vergüenza y arrepentimiento por sus acciones.

Decenas de miembros de su familia llenaron las filas en su audiencia de sentencia en el Tribunal Federal de Brooklyn incluido su padre enfermo a quien cuidaba.

Abreu dijo que trató equivocadamente al líder de la red de drogas como a un mejor amigo y a un hermano, y que debería haberse alejado después de conocer su verdadera naturaleza.

“Mi lealtad debería haber sido hacia mis amigos y mi familia, mi familia y el público al que serví”, dijo. “Dejé que mi necesidad de validación me pusiera a mí, a mi familia y a los ciudadanos comunes en riesgo”.

Le prometió al juez William Kuntz que nunca más volvería a terminar en un tribunal penal. “Todo lo que quiero hacer es intentar enmendar mis errores”, dijo.

La fiscal federal adjunta Erin Reid señaló que el crimen de Abreu no fue un incidente aislado relacionado con un tráfico de drogas en 2016, sino que ayudó a la red varias veces e incluso viajó a República Dominicana en 2020 para reunirse  con Romero.

“Esas traiciones importan”, dijo.

Kuntz, que durante años formó parte de la Junta de Revisión de Quejas Civiles del Departamento de Policía de Nueva York, le dijo a Abreu que  “los oficiales de primera línea son los más importantes. Nos protegen del mal que acecha en cada vecindario, en cada parte de nuestra ciudad, Señor, usted traicionó esa confianza sagrada, sólo te avergonzaste a ti mismo, y es por eso que este es un día muy, muy triste”.

Abreu debe entregarse antes del 20 de enero para comenzar a cumplir su sentencia.

Los fiscales dijeron que Abreu fue arrestado y acusado en la corte federal junto a los también dominicanos Julio Bautista, Gustavo Valerio,  César Díaz Bautista y Junior Ortiz,   de participar en el tráfico de 500 kilos de cocaína desde República Dominicana y México a los Estados Unidos.

Abreu, residente en un suburbio de Long Island en Nueva York, donde fue arrestado el lunes 9 de octubre 2020, cuando estaba en su casa,  ayudaba a importar y traficar la droga, viajando hasta dos veces al año a su país natal para reunirse con los responsables de entregarle la cocaína que llegaba a las calles de la ciudad, dijeron los fiscales federales en un comunicado.

«Al unir fuerzas con sus cómplices, Abreu presuntamente ha delitos graves, ha deshonrado su placa de policía de Nueva York y ha traicionado la confianza del público, y a los miembros de la policía que arriesgan sus vidas para interceptar las drogas que ponen en peligro nuestras comunidades», dijo el entonces fiscal federal interino Seth DuCharme en el comunicado.

Abreu ganó un salario de  $108.000 dólares en 2019 y  fue  suspendid
o de inmediato, según los registros de nómina y una portavoz del NYPD.

El comisionado del NYPD en ese tiempo, Dermot Shea, advirtió tras las acusaciones a Abreu, que la corrupción no tiene cabida en la uniformada.

Abreu, quien es padre de dos hijos, se declaró “no culpable” en la Corte Federal de Queens a través de su abogado Matthew Galluzzo y el juez Sanket Bulsara le impuso una fianza de $1 millón de dólares y prisión domiciliaria lo que objetó la fiscal federal adjunta Erin Reid.

La fiscal le dijo al magistrado que el interrogó al líder de la banda de narcotraficantes, quien al parecer, le habría confirmado la participación del policía en las operaciones ilícitas.

A Díaz Y Bautista  se les impusieron fianzas de $100.000 y a Ortiz de  $200.000 y los cargos no habían sido detallados al cierre de esta crónica.

El Ministerio Público alegó que de enero 2016 a octubre 2020, Abreu y sus coacusados ​​Julio Bautista y Valerio, quienes eran miembros de alto rango de la organización de narcotráfico supervisaron la distribución de cocaína en Nueva York.

Los registros telefónicos muestran que Abreu estuvo en contacto casi a diario con los líderes de la organización del narcotráfico, e incluso viajó a la República Dominicana dos veces ese año para reunirse con ellos.