Mogadiscio.- Al menos tres personas murieron hoy y dos resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado por el grupo yihadista Al Shabab en la capital de Somalia, Mogadiscio, confirmó la Policía somalí.
El autor del ataque llevaba un chaleco suicida y se hizo estallar cerca de la sede del Gobierno municipal, en el distrito de Hamar-Weyne, cuando las fuerzas de seguridad trataban de detenerlo, según informan medios locales.
Al reivindicar en un comunicado los hechos, que tuvieron lugar a las 11.40 hora local (08.40 GMT), Al Shabab señaló que su objetivo eran empleados de los servicios de inteligencia somalís y otros funcionarios.
El atentado después de que los yihadistas mataran el pasado jueves con disparos de mortero a un guardia de seguridad de las Naciones Unidas en el Aeropuerto Internacional Aden Adde de Mogadiscio, considerado la zona más segura de Somalia.
Asimismo, un día antes, Al Shabab secuestró a cinco pasajeros y mató a uno que viajaban en un helicóptero de la ONU que tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en el estado de Galmudug (centro), una zona controlada por los yihadistas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania informó más tarde de que cuatro ciudadanos ucranianos viajaban en la aeronave, que transportaba a nueve personas en total y estaba llevando a cabo una evacuación médica cuando una avería la obligó a descender.
Somalia vive una intensificación de las operaciones militares contra Al Shabab después de que el presidente del país, Hassan Sheikh Mohamud, anunciase en agosto de 2022 una «guerra total» contra los yihadistas.
Desde entonces, las Fuerzas Armadas, apoyadas por la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS), han llevado a cabo intensas ofensivas contra el grupo, en ocasiones con la colaboración militar de Estados Unidos.
Al Shabab, afiliado desde 2012 a Al Qaeda, perpetra a menudo ataques en la capital y otros lugares para derrocar al Gobierno central -respaldado por la comunidad internacional- e instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
El grupo controla zonas rurales del centro y sur de Somalia, pese a que el Ejército pudo recuperar algunos de esos territorios el último año, y ataca también a países vecinos como Kenia y Etiopía.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.