
Las agencias de la ONU alertaron este martes que la situación en Gaza es crítica y podría convertirse pronto en una hambruna masiva, según los datos más recientes, más de una de cada tres personas (39%) pasa días sin comer, y los niveles de nutrición están en su punto más bajo desde que comenzó el conflicto.
El Programa Mundial de Alimentos y UNICEF advirtieron que el tiempo se está agotando para llevar a cabo una respuesta humanitaria grande y efectiva. Informaron que en algunas zonas ya se han superado dos de los tres indicadores clave que definen una hambruna.
La situación, según la ONU, se debe a la violencia constante, la falta de servicios básicos y las dificultades para entregar la ayuda humanitaria. La falta de comida se ha vuelto tan grave que muchas familias no tienen nada para alimentarse durante días, especialmente en el norte de la Franja de Gaza.
Uno de los datos más alarmantes es el desplome del consumo de alimentos, principal indicador de hambruna, desde la actualización previa del IPC en mayo de 2025. De acuerdo con el informe, el 39% de los habitantes de Gaza pasa días sin ingerir alimentos.
Además, más de 500.000 personas, casi una cuarta parte de la población de la Franja, vive en condiciones similares a la hambruna, mientras que el resto se enfrenta a niveles de inseguridad alimentaria clasificados como de emergencia.
Otro de los indicadores, la desnutrición aguda, ha mostrado un crecimiento sin precedentes. Según el reporte, los casos entre menores de cinco años se han cuadruplicado en solo dos meses, alcanzando una tasa del 16,5%. UNICEF advierte que todos los niños menores de cinco años en Gaza se encuentran en riesgo.
“El sufrimiento insoportable de la población de Gaza es evidente para el mundo. Esperar una declaración oficial de hambruna para actuar es inaceptable”, afirmó Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA.
El tercer indicador, relacionado con muertes por inanición, también ha comenzado a agravarse. Las agencias indican que, aunque resulta extremadamente difícil recopilar datos sólidos en el actual contexto, los informes sobre fallecimientos por causas asociadas al hambre son cada vez más frecuentes. Los sistemas de salud, ya debilitados por casi tres años de conflicto, se encuentran en estado crítico.
En julio de 2025, más de 320.000 niños la totalidad de los menores de cinco años en Gaza estaban en riesgo de desnutrición aguda. Miles de ellos padecían su forma más severa, que puede resultar letal sin tratamiento. En junio, 6.500 niños fueron ingresados para tratamiento, la cifra más alta desde que comenzó la guerra. En julio, 5.000 niños ya habían sido hospitalizados solo en las dos primeras semanas.
“Niños y bebés demacrados mueren de desnutrición en Gaza. Necesitamos acceso humanitario inmediato, seguro y sin restricciones para distribuir alimentos, agua, medicinas y suplementos nutricionales esenciales”, declaró Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF. “Sin ese acceso, padres y madres seguirán enfrentando la pesadilla de no poder salvar a sus hijos de una enfermedad completamente prevenible”.
Mientras tanto, los lanzamientos aéreos de ayuda humanitaria continúan, pero con resultados desiguales. Según testigos citados por la agencia EFE, la mayoría de los paquetes cayeron en el centro y sur de la Franja, generando disturbios por la desesperación de quienes intentaban acceder a ellos. Otros cayeron en corredores controlados por el Ejército israelí.
El Ejército de Israel informó que, en las últimas horas, 52 paquetes con alimentos fueron lanzados, atribuyendo la operación a Egipto, Jordania y Emiratos Árabes Unidos. Tres de ellos fueron arrojados sobre las atestadas playas de Mawasi, una zona con alta concentración de desplazados; dos cayeron en el corredor de Netzarim, y uno más en la ciudad central de Zawayda.
En esta última localidad, una de las cajas cayó sobre el tejado de una vivienda privada. Testigos relataron que decenas de personas se agolparon frente al domicilio intentando acceder al contenido. También en Zawayda, se registraron peleas con cuchillos entre civiles desesperados, resultando al menos una veintena de heridos.
El Ejército israelí reiteró que estos lanzamientos buscan refutar las acusaciones de que Israel estaría provocando deliberadamente una hambruna. Sin embargo, según datos del sistema de salud del enclave, al menos 150 personas han muerto por desnutrición desde octubre de 2023, la mitad de ellas en las últimas semanas, tras el endurecimiento del bloqueo al ingreso de alimentos.