Las organizaciones Earthjustice y la Asociación Médica Nacional Hispana expresaron este viernes su preocupación por los 500 niños no acompañados enviados esta semana a Fort Blis en Texas, “una base militar altamente contaminada y potencialmente peligrosa”.
Recordaron en un comunicado conjunto que muchas bases militares en este país están plagadas de peligros tóxicos de operaciones militares pasadas, derrames, almacenamiento de productos químicos tóxicos, artefactos explosivos sin detonar y campos de tiro.
También que hay 651 sitios del Departamento de Defensa y de la Guardia Nacional potencialmente contaminados por sustancias químicas tóxicas.
El pasado martes, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), encargado de reasentar a miles de menores llegados al país sin sus padres, dijo que trasladó a 500 de ellos, entre los 13 y 17 años, a Fort Bliss, en El Paso, a solo 5 kilómetros de la frontera con México.
“Reconocemos que la situación humanitaria en la frontera debe abordarse con humanidad, compasión y conveniencia. Parte de eso requiere mantener a los niños alejados de los sitios militares tóxicos”, indicó Melissa Legge, abogada de Earthjustice, organización de derecho ambiental sin ánimo de lucro.
“Si bien tenemos la esperanza de que la administración de Biden mantenga seguros a los niños, permanecemos atentos y listos para seguir protegiendo a los menores detenidos en instalaciones tóxicas”, advirtió.
Earthjustice y American Friends Service Committee (AFSC) en Florida pidieron a principios de marzo a la Administración Biden que se cierre de forma permanente el centro de detención de menores indocumentados de Homestead, al sur de Miami, un lugar “tóxico e inseguro” por contaminación del suelo y el agua subterránea. donde se enviarían más niños.
Varios de los sitios militares bajo consideración están contaminados con contaminantes potencialmente peligrosos y algunos incluso están ubicados en sitios “Superfund” o cerca de ellos, destacaron.
Los “Superfund” son lugares identificados bajo un programa ambiental establecido por la Agencia de Protección Ambiental federal (EPA) que están contaminados con desperdicios tóxicos.
Indicaron además en el comunicado que los sitios de Superfund que se están considerando para albergar a los niños incluyen el centro en Homestead, el Moffett Field en Mountain View, California y Joint Base en San Antonio, Texas.
Advirtieron además que muchos de los sitios permanecen inadecuadamente rehabilitados y aún contaminados y que sin las revisiones ambientales adecuadas, no hay forma de garantizar que sean seguros para los niños, “exponiéndolos potencialmente a sustancias químicas tóxicas que podrían tener impactos en la salud de por vida” y Fort Bliss “no es una excepción”.
Por su parte, Elena Ríos, presidenta de la Asociación médica, dijo que esa organización está “profundamente” preocupada por la decisión de abrir centros de detención temporal para menores en Fort Bliss y los posibles riesgos para la salud de los menores.
Agregó que de acuerdo con una investigación que realizaron en el 2018, todavía hay toxinas presentes de vertederos anteriores “lo que significa que los niños podrían verse expuestos a la fuerza a la toxicidad relacionada con el cáncer y los defectos del desarrollo”.