
Santo Domingo, República Dominicana.– La comunidad de Cristo Rey está conmocionada y muestra gran preocupación tras el fallecimiento de un niño de apenas 2 años, identificado como Gabriel Díaz.
De acuerdo con reportes de vecinos del sector, el menor habría sido maltratado de forma severa, y el principal señalado como responsable es su padrastro, Brayan Gil.
Según las declaraciones de residentes de la zona, la madre del niño, Rosa Díaz, no habría denunciado lo sucedido por temor, ya que presuntamente fue amenazada por Brayan Gil. A raíz de las informaciones, la madre se encuentra actualmente en paradero desconocido, lo que ha generado más inquietud entre quienes conocían a la familia.

Las autoridades confirmaron que Brayan Gil está detenido en un destacamento policial de Santo Domingo, donde permanece bajo custodia mientras se investigan los hechos. La comunidad exige que se tomen acciones firmes y que se aclare lo ocurrido lo antes posible.

Los vecinos han mostrado su indignación por el caso y han expresado su deseo de que las autoridades competentes realicen una investigación completa. También hicieron un llamado para que se tomen medidas legales y se brinde protección a los menores que se encuentren en situaciones similares.
Mencionaron además, que vieron a la madre sosteniendo al pequeño difunto con una manta en el momento en que el padrastro presuntamente le había quitado la vida.
El caso de Gabriel Díaz ha tocado profundamente a quienes residen en Cristo Rey, un sector que hoy se encuentra afectado por esta situación. La comunidad insiste en que se necesita justicia y acompañamiento para prevenir casos como este en el futuro.

Por el momento, no se han ofrecido detalles adicionales sobre el proceso judicial ni sobre los resultados preliminares de la investigación. Las autoridades continúan recopilando información y testimonios que permitan esclarecer los hechos.
El nombre del menor y de los adultos involucrados ha sido mencionado por los vecinos como parte de su petición para que el caso no quede sin respuesta. Mientras tanto, los habitantes del sector siguen atentos al desarrollo del proceso, con la esperanza de que se haga justicia y que situaciones como esta no vuelvan a repetirse.